Este domingo 24 de noviembre, 2,7 millones de ciudadanos de Uruguay acuden a las urnas para elegir en un balotaje al sucesor de Luis Lacalle Pou y Beatriz Argimón en la presidencia y vicepresidencia, respectivamente, para el período 2025-2030. La segunda vuelta enfrenta a Yamandú Orsi, del Frente Amplio, y Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional, tras la primera instancia del 27 de octubre donde ninguno alcanzó el 50 % necesario para ganar.
Balotaje en Uruguay: proceso electoral consolidado
La jornada se desarrolla desde las 08:00 hasta las 19:30 horas (11:00 a 22:30 GMT) en 7.225 circuitos distribuidos en los 19 departamentos del país. El voto en Uruguay es obligatorio y secreto, salvo en las elecciones primarias, que son voluntarias. Las mesas receptoras de votos estarán integradas por un presidente, un secretario y un vocal, validándose únicamente la credencial cívica para emitir el sufragio.
Existen tres tipos de circuitos: urbanos, rurales y accesibles. En los rurales, votarán personas cuya inscripción corresponda a circunscripciones del interior, aunque no pertenezcan específicamente al circuito. Por su parte, los circuitos accesibles facilitan el voto para ciudadanos con discapacidad motriz, garantizando la participación.
Un sistema democrático con historia
El balotaje en Uruguay se implementó por primera vez en 1999 tras una reforma constitucional que también introdujo las elecciones primarias. Este mecanismo enfrenta a los dos candidatos más votados en la primera vuelta, realizada cada cinco años en octubre, y asegura que el próximo mandatario obtenga mayoría absoluta.
Líderes presentes en las urnas
Está previsto que figuras clave de la política uruguaya, como los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle, José Mujica y el actual presidente Luis Lacalle Pou, participen en la votación durante la mañana.
El país, con una tradición democrática destacada en la región, afronta este domingo un nuevo capítulo en su historia política, marcando el rumbo de los próximos cinco años.
