Bayer enfrenta una demanda en Francia por el presunto impacto del glifosato en la salud de un joven de 17 años. Théo Grataloup, nacido con graves malformaciones, sostiene que su madre estuvo expuesta al herbicida durante el embarazo sin conocer los riesgos.
En 2006, Sabine Grataloup utilizó glifosato para desherbar una pista de equitación. Desconocía que estaba embarazada y roció el producto varias veces al día sin protección. Théo nació con el esófago y la tráquea mal formados, lo que lo llevó llevó a someterse a 55 cirugías para poder alimentarse con normalidad.
La familia presentó una denuncia contra Monsanto en 2018, empresa adquirida por Bayer, al considerar que el glifosato no advertía sobre el riesgo de malformaciones. Glyper, la marca del herbicida usado, era una variante de Roundup, el producto más conocido de Monsanto.
La demanda busca determinar si existe una relación directa entre la exposición prenatal al glifosato y la discapacidad de Théo. “Si logramos probarlo, sería un precedente”, afirmó el abogado de la familia, Bertrand Repolt. Hasta el momento, Bayer enfrentó litigios por casos de cáncer, pero no por malformaciones congénitas.
En 2022, el Fondo Francés de Indemnización de Víctimas de Pesticidas reconoció el vínculo entre el herbicida y la situación del joven, otorgándole una compensación mensual de 1.000 euros. La Organización Mundial de la Salud clasifica el glifosato como “probablemente cancerígeno”.
Desde 2018, Francia prohíbe el uso doméstico del glifosato. El juicio podría sentar un precedente para futuras reclamaciones en el país.