El 13 de octubre de 2010, los trabajadores que habían quedado atrapados por un derrumbe ocurrido el 5 de agosto, fueron izados a la superficie. El presidente Piñera había intentado suspender la búsqueda, pero la presión popular lo obligó a retroceder.
Hoy se cumplen 14 años del rescate de los 33 mineros. Llevaban enterrados más de dos meses a 700 metros de profundidad en la mina San José, al norte de Chile.
Todo comenzó con un desplome producido un 5 de agosto de 2010 por una combinación de negligencias de la empresa dueña del yacimiento y a una falta de fiscalización de las autoridades del vecino país, considerado como el primer productor de cobre del mundo.
La noticia fue tan importante, que cientos de periodistas de todo el mundo, fueron hasta el lugar del hecho para hacer una cobertura completa de lo que estaba sucediendo.
Noche histórica
El reloj marcaba exactamente las 00.05 del miércoles 13 de octubre de 2010 cuando el minero Florencio “Floro” Ávalos salió de la cápsula Fénix 2. Fue izado 722 metros desde las entrañas de la tierra y quedó enceguecido por los reflectores.
Junto con sus 32 compañeros que seguían abajo, había pasado 69 días enterrado en las profundidades de la mina San José, en Atacama, desde el derrumbe del 5 de agosto.
Durante ese tiempo estuvieron 17 días completamente incomunicados hasta que se supo que seguían vivos aun cuando el presidente chileno, Sebastián Pïñera, había intentado darlos por muertos a todos para evitar los costos de una incierta operación de rescate.