Las elecciones presidenciales de Estados Unidos se celebrarán el martes, pero el ganador podría no conocerse hasta varios días después. La razón principal es el extenso uso del voto por correo, preferido mayormente por los demócratas, que requiere tiempo adicional para su procesamiento. En palabras del presidente de la Comisión Electoral, “la diferencia en métodos de votación añade complejidad al recuento”.

La contienda entre Kamala Harris y Donald Trump se perfila reñida. En las elecciones de 2020, varios estados mostraron un “espejismo rojo”, donde Trump parecía liderar, antes de que los votos por correo, que favorecen a los demócratas, cambiaran los resultados. Este año, se anticipa que el conteo avance más rápido en votos presenciales y más lento con los de correo, generando el potencial de un cambio en los números con el paso de los días.
Estados clave como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin son decisivos. Cada uno tiene reglas específicas para el conteo de votos por correo y, en muchos casos, no permite la tabulación hasta el día de las elecciones o incluso después del cierre de las urnas. Esto podría hacer que se presenten resultados en partes, con ventaja inicial para un candidato, para luego cambiar conforme se procesen más votos.

La definición en cada Estado
En Arizona, donde el 90% de los votos en 2020 se emitieron por correo, las papeletas recibidas el mismo día de las elecciones solo comenzarán a contarse después del cierre de urnas, extendiendo potencialmente el proceso. Georgia permite el conteo de votos anticipados antes del día de la elección, pero el conteo final podría no estar listo sino hasta después de la medianoche.
Michigan y Wisconsin, estados históricamente relevantes, también podrían prolongar el anuncio de resultados. Las autoridades de Michigan han facilitado la votación anticipada, y aunque se espera un conteo más rápido, el “espejismo rojo” puede presentarse con ventaja inicial para Trump. En Wisconsin, las papeletas de voto por correo se trasladan a centros específicos, lo que puede hacer que se cuenten en grandes lotes durante la madrugada.

Pensilvania, uno de los estados más disputados, no procesa votos por correo hasta la mañana del día de elecciones. En 2020, tardaron cuatro días en definir los resultados. La misma situación podría repetirse, con una ventaja temprana para Trump y una progresión hacia Harris mientras se cuentan los votos enviados por correo.
Carolina del Norte, que ya ha comenzado a procesar votos por correo, mostrará resultados parciales rápidamente, aunque la confirmación total puede tardar hasta una semana. En 2020, este estado demoró 10 días en finalizar el conteo. Nevada también ha adoptado medidas para acelerar el proceso, aunque aún acepta votos por correo retrasados, que suelen favorecer a los demócratas, lo cual podría beneficiar a Harris.
Con información de Ámbito