Un kayakista fue tragado en la Bahía del Águila por una ballena y escupido instantáneamente por el cetáceo. Así fue el insólito momento que vivió en Chile Adrián Simancas, un joven venezolano de 24 años.
“Tranquilo, tranquilo, vamos para la orilla”, se escucha en el audio del impactante video que se viralizó en las últimas horas. La secuencia ocurrió en Chile, en la Bahía El Águila, cuando un joven que realizaba una travesía en packraft, desaparece por varios segundos luego de que una ballena emergiera de manera inesperada.
En el clip, que dura un minuto y medio, se puede ver cómo el muchacho navegaba muy tranquilo mientras apreciaba el paisaje, y de pronto se vislumbra la boca abierta de una ballena jorobada que parece tragarlo por completo. Luego reaparece su bote flotando, y su padre le grita que se aferre a la embarcación y se acerque.
En los momentos finales de la grabación se lo ve sonriente en primer plano, ileso luego del encuentro extremadamente cercano con el mamífero cetáceo.
El testimonio del joven tragado por una ballena
Adrián Simancas, un joven venezolano de 24 años, iba a bordo de la embarcación inflable y su padre, Dell, filmaba la experiencia. “Sentí algo entre azul y blanco que me pasó cerca de la cara, estaba como por un lado y por encima; no entendía qué estaba pasando y entonces me hundí y pensé que me había comido”, le contó al medio chileno TVN.
“Cuando volteé no vi nada, y ese fue el único momento de susto que tuve, los tres segundos que no vi a Adrián. De repente salió disparado y ahí me tranquilicé porque lo vi afuera”, expresó su padre, en la misma entrevista televisiva.
A pesar de la impresión que causa ver las imágenes en el video, confirmaron que Simancas no tuvo ninguna herida ni lesión. “Fue una eexperiencia increíble y aterradora a la vez”, sintetizó Dell.
Luego del shock inicial y la viralización del video, el debate se centró en si realmente la ballena se había tragado al joven, y lo cierto es que la ciencia tiene la respuesta.
Tragarse a un humano: ¿mito o realidad?
Aunque un humano cabe fácilmente en la enorme boca de una ballena jorobada, resulta científicamente imposible que se trague a un humano una vez adentro, según explicó Nicola Hodgins, de Whale and Dolphin Conservation, una organización sin ánimo de lucro del Reino Unido, en diálogo con National Geographic.
Sin embargo, al abrir su enorme boca para alimentarse de peces u otros organismos marinos, una persona puede ser arrastrada accidentalmente hacia la garganta del animal, y automáticamente suele ser escupido de vuelta al mar, ya que el mamífero no puede ingerirlo.
La garganta de una ballena jorobada tiene el tamaño aproximado de un puño humano, y solo puede extenderse hasta 38 centímetros de diámetro. “Es probable que fuera ‘envuelto o engullido, hasta que la ballena se dio cuenta de su error y lo escupa de inmediato”, aseguró el experto. Además, calificó la experiencia como traumática tanto para el joven como para la ballena, que solo intentaba comer peces.
National Geographic indicó que de las 90 especies de ballenas conocidas en la Tierra, los cachalotes son la únicas con gargantas grandes para “tragarse a un humano”. Los mamíferos de 20 metros tienen esófagos grandes para alimentarse de presas más grandes como calamares gigantes, que a veces se tragan enteros.
Aunque es físicamente posible, las probabilidades de que un cachalote se trague a un humano son ínfimas porque los encuentros cercanos son casi nulos. “La mayoría de la gente nunca tendrá la oportunidad de ver un cachalote en toda su vida”, afirmó Rob Deaville del Programa de Investigación de Varamientos de Cetáceos de la Sociedad Zoológica de Londres.
