El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha confirmado la muerte de varios miembros en un ataque en la región ucraniana de Donetsk. Las autoridades no hacen referencia a la autoría del ataque. Rusia sigue intentando recuperar la región de Kursk, mientras Ucrania espera la aprobación de ataques con misiles de largo alcance.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha confirmado la muerte en un ataque en la región ucraniana de Donetsk de tres de sus empleados que viajaban en un convoy humanitario de distribución de ayuda en zonas del frente, pero no hace referencia a la autoría del ataque.
“Condeno los ataques contra personal de Cruz Roja en los términos más contundentes”, dijo la presidenta del Comité, Mirjana Spoljaric, citada en el comunicado. Según la nota, el convoy se disponía a distribuir madera y carbón en el pueblo de Viorliubivka, al norte de la ciudad de Donetsk, para ayudar a la población civil a prepararse para el invierno, cuando los vehículos fueron alcanzados.
El Comité Internacional de la Cruz Roja explicó que sus vehículos llevaban visibles los signos que los identificaban como pertenecientes a la organización. Pese a que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó el ataque y echó la culpa a las fuerzas de Rusia, la Cruz Roja no hizo mención de que ejército fue el agresor, si el ucraniano o ruso.
Rusia inicia el contraataque
Si bien no se sabe que grupo militar efectuó el ataque, el ejército ruso comenzó la reconquista de las zonas fronterizas de la región de Kursk bajo control ucraniano con un contraataque sorpresa que le ha permitido retomar diez localidades en las últimas 48 horas y con el objetivo, según expertos, de liberar Kursk.
El Ministerio de Defensa ruso confirmó el contraataque, pero también por el propio Zelenski, quien dijo, enigmáticamente, que “todo va según el plan ucraniano”. Las fuerzas rusas logran así su primer gran éxito en Kursk desde que las tropas enemigas penetraran en territorio ruso el pasado 6 de agosto, la primera vez que eso ocurría desde 1941.

Con el fin de recuperar el territorio perdido, Rusia comenzó el contraataque el martes e implicó a varios regimientos y unidades mecanizadas. En 48 horas el ejército ruso ha recuperado una decena de localidades entre las que figura Snagost, convertida por las fuerzas ucranianas en un puesto fortificado.
Esto debería permitir a Moscú desbloquear una gran unidad arrinconada en el vecino distrito de Glushkovo, entre el río Seim y la frontera ucraniana. Además, también fueron liberadas las localidades de Biajovo, Gordéevka, Apanasovka, Vishnevka, Víktorovka, Vpezápnoye, Krasnooktiábrskoye, Óbujovka y 10º Oktiabr.
Ucrania no se queda quieta y espera la aprobación de los misiles
Mientras los rusos siguen aplastando la pequeña victoria ucraniana, los altos mandos de Kiev esperan recibir por fin el permiso para atacar territorio ruso con misiles occidentales de largo alcance, ya que aumentaría significativamente la capacidad de defensa del país invadido al quedar expuestos cientos de objetivos militares rusos, entre ellos más de una decena de aeródromos.
El levantamiento de la prohibición se convertirá en uno de los temas centrales de la reunión que mantendrán mañana viernes los líderes de Estados Unidos y el Reino Unido, Joe Biden y Keir Starmer, tras la visita conjunta sin precedentes de sus ministros de Exteriores, Anthony Blinken y David Lammy, respectivamente, a Kiev el miércoles.

Sin embargo, Ucrania necesitaría más misiles de largo alcance para que el permiso aportara beneficios significativos, señalan los analistas, mientras que el presidente Zelenski insinuó recientemente que el país carece de misiles incluso para continuar con éxito los ataques contra la península de Crimea ocupada.
Y lo que es más importante, Ucrania también necesita un aumento sistemático y la sustitución de equipos militares básicos, como artillería y vehículos blindados de combate. Las autoridades ucranianas remarcan que la pérdida de vidas humanas es el coste de los retrasos, que, por desgracia, se derivan de la estrategia cautelosa e incremental de ayuda militar por parte de Estados Unidos.