Donald Trump regresa a la Casa Blanca tras vencer a Kamala Harris en una holgada elección. Su dominio en estados bisagra y apoyo republicano prometen una presidencia de enfoque conservador y políticas de línea dura ¿Cuáles fueron las claves de su retorno a la presidencia?
En una hokgada elección, el ex presidente Donald Trump volverá a la Casa Blanca después de derrotar la vicepresidenta demócrata Kamala Harris. Las victorias decisivas de Trump en estados clave como Georgia, Pensilvania y Carolina del Norte resultaron determinantes en el Colegio Electoral, lo que reafirmó su influencia en el partido Republicano y su respaldo en regiones cruciales del país. Esta elección marca no solo un cambio interno en Estados Unidos, sino también un impacto significativo en su política internacional, dada la postura conservadora de Trump en asuntos de comercio y seguridad global.
Desde su residencia en Mar-a-Lago, en Palm Beach, el presidente electo celebró la victoria junto a futuros miembros de su gabinete, asesores y simpatizantes. Trump proyectó un mandato con “respaldo tanto partidario como popular”, según afirmaron personas de su círculo cercano. Esta vez, a diferencia de su mandato previo, contará con el apoyo unificado del Partido Republicano, lo cual le da una base de poder sólida y, en términos internacionales, podría traducirse en políticas de línea dura en temas como la relación con China, la inmigración y los acuerdos de libre comercio.
Las claves decisivas de su victoria
Uno de los factores decisivos de su triunfo fue su dominio en los estados “swing” o bisagra, donde la balanza electoral suele ser muy fluctuante. Su capacidad para asegurar los votos en territorios como Wisconsin, Michigan y Arizona –tradicionalmente disputados– fue una muestra de su conexión con un electorado que en estos estados se mostró a favor de una política comercial proteccionista y de la seguridad fronteriza. En estos lugares, su discurso, calificado por algunos como “crudo”, logró resonar con una población que pide más control en la inmigración y apoyo a la producción nacional.
Otro aspecto que jugó a su favor en esta victoria fue el respaldo masivo de los votantes latinos en estados fronterizos como Texas y Arizona, donde la percepción de que su política de fronteras es necesaria fue un factor clave. A pesar de su postura controversial sobre la inmigración, Trump logró captar el voto latino con su enfoque de “seguridad nacional y prosperidad económica”. Esta tendencia indica un cambio de lealtad entre ciertos grupos latinos que, en elecciones anteriores, habían apoyado a los demócratas.
La inflación y el deterioro del poder adquisitivo
La inflación y el deterioro del poder adquisitivo de los estadounidenses también fueron factores cruciales en la victoria de Trump, especialmente entre los sectores medios y vulnerables, que manifestaron su frustración ante los costos crecientes. “La economía necesita soluciones de fondo”, fue uno de los lemas que Trump repetía en sus actos, lo que consolidó un mensaje que captó al electorado rural y suburbano, quienes lo perciben como una respuesta frente a la inestabilidad económica actual. Las críticas hacia el gobierno demócrata, al que se le atribuye falta de acción en este aspecto, permitieron a Trump posicionarse como el líder capaz de recuperar el bienestar económico.
Finalmente, el control del Senado que obtuvo el Partido Republicano facilitará la implementación de su agenda, según indicaron analistas de medios norteamericanos. La mayoría republicana en el Senado permitirá a Trump avanzar sin mayores obstáculos en proyectos de infraestructura y seguridad fronteriza, áreas prioritarias de su plataforma electoral. Además, el respaldo en el Senado facilitará el nombramiento de funcionarios y jueces, algo que podría influir directamente en políticas migratorias y comerciales, con efectos que se sentirán en América Latina y otras regiones.
Con información de Infobae.
