La muerte del papa Francisco a los 88 años reavivó una de las profecías más comentadas de Nostradamus, el astrólogo francés del siglo XVI cuya figura vuelve a ganar protagonismo en tiempos de incertidumbre. Según algunos de sus seguidores, el próximo sucesor de Pedro será un Papa negro. Además, sostienen que con él llegará el fin del mundo, marcado por un gran cataclismo espiritual y el Juicio Final.

Esta teoría apocalíptica se enlaza además con la profecía de San Malaquías, un manuscrito atribuido a un arzobispo irlandés del siglo XII. Anticipaba una lista de papas hasta la llegada de uno último, bajo cuyo mandato se produciría el derrumbe de la Iglesia tal como se la conoce.
Nostradamus, San Malaquías y la profecía del “último Papa”
La predicción más citada de Nostradamus, aunque difusa, habla de tres etapas finales del papado. “Primero, vendrá un Papa extranjero (Benedicto XVI), luego un Papa viejo (Francisco), y finalmente, un Papa negro. Con él, el fin del mundo”. Estas frases, interpretadas libremente, se vinculan con una idea de colapso institucional, más que con un evento catastrófico literal.
La teoría se complementa con el texto atribuido a San Malaquías, que describía a cada Papa con una breve frase en latín. El último de esa lista aparece como “Petrus Romanus”, el cual, según el relato, presidiría una época de grandes tribulaciones antes del Juicio Final.
¿Qué es la profecía del “papa negro”?
La llamada “profecía del papa negro” proviene de una interpretación libre y moderna de las Profecías de San Malaquías. Son un conjunto de frases crípticas atribuidas al arzobispo irlandés Malaquías (siglo XII). Según estas profecías, habría una lista de 112 papas desde su tiempo hasta el final de los tiempos. El último en esa lista es descrito como:
“En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano, quien apacentará sus ovejas en muchas tribulaciones; después de esto, la ciudad de las siete colinas será destruida y el Juez terrible juzgará a su pueblo. Fin.”
Pero en ninguna parte se menciona literalmente un “papa negro”.
¿De dónde viene entonces la idea del “papa negro”?
El concepto proviene más bien de una teoría o mito popular que circula hace décadas. Se refiere al Superior General de los jesuitas, una figura con gran poder en la Iglesia y que viste de negro, por eso el apodo de “papa negro”. Durante siglos, se ha dicho que este líder tenía tanto o más poder que el papa mismo.
Ahora bien, cuando Jorge Mario Bergoglio, un jesuita, fue elegido papa en 2013 (el primero de la orden en llegar al trono de San Pedro), algunos vieron eso como el cumplimiento simbólico de esa idea. Un “papa negro” no por su raza o vestimenta, sino por su origen jesuita, ya que hasta entonces ningún papa había salido de esa orden religiosa tan influyente y estratégica dentro de la Iglesia.
Entonces, ¿tiene relación o no?
- Sí, de manera simbólica o especulativa, quienes creen en estas profecías ven en Francisco una figura que encarna ese “papa negro” por ser jesuita.
- No, desde el punto de vista histórico o doctrinal, ya que ni la Iglesia reconoce oficialmente las profecías de San Malaquías, ni existe una profecía formal sobre un “papa negro”.
Es más una coincidencia simbólica alimentada por la cultura popular y la fascinación por las profecías apocalípticas, que una relación real o profética directa.
El adiós a Francisco y el comienzo de una nueva etapa
El Vaticano anunció oficialmente la muerte del papa Francisco este lunes a las 7:35 (hora de Roma). Fue a través de un video difundido desde la capilla de la Casa Santa Marta. El mensaje estuvo a cargo del cardenal Kevin Joseph Farrell, visiblemente emocionado. Lo despidió con palabras de gratitud: “Su vida entera ha estado dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia”.
Como parte de los homenajes, el cuerpo de Francisco será velado en la Plaza de San Pedro en un ataúd abierto a ras de suelo, siguiendo la tradición de humildad que caracterizó su papado. Dentro del féretro, se colocará un pergamino con los hitos más destacados de su pontificado, para dejar constancia de su legado.
Mientras el mundo despide a Jorge Bergoglio, la Iglesia Católica entra en una fase de definición histórica. Sea o no el cumplimiento de una profecía, el próximo Papa enfrentará uno de los desafíos más complejos de los últimos siglos.