El vicepresidente de Rusia, Dmitri Medvédev, aseguró que Ucrania enfrentará un “castigo seguro” por el asesinato del general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química del ejército ruso, ocurrido este martes en Moscú. Según la agencia oficialista Tass, Medvédev calificó a los responsables como “nazis banderistas” y afirmó que el ataque no quedará impune.
En mayor detalle, Kirillov, de 54 años, murió tras la explosión de un artefacto oculto en un patinete eléctrico cuando salía de un edificio residencial en el sudeste de Moscú, aproximadamente a 6,5 kilómetros del Kremlin. El Comité de Investigación ruso clasificó el atentado como un ataque terrorista. Ucrania reconoció la autoría del hecho a través de declaraciones de una fuente de seguridad a Reuters y AFP.
Kirillov era “un objetivo legítimo”
En su mensaje, Medvédev afirmó que “los intentos de intimidar a nuestra nación, detener la ofensiva rusa o sembrar el miedo están condenados al fracaso”. Asimismo, describió al general como “un profesional dedicado y un líder militar conocido por su devoción a sus deberes”. Según el Ministerio de Defensa ruso, Kirillov dirigía las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica desde 2017, encargadas de identificar riesgos de contaminación química y causar pérdidas al enemigo con medios incendiarios.

Por su parte, una fuente de seguridad ucraniana señaló al Servicio Ucraniano de la BBC que Kirillov era “un objetivo legítimo” por su presunta participación en crímenes de guerra. La misma fuente lo acusó de ordenar el uso de armas químicas prohibidas contra las fuerzas ucranianas en al menos 4.800 ocasiones. Según el coronel Artem Vlasiuk, más de 2.000 soldados ucranianos habrían recibido tratamiento médico por envenenamiento químico desde el inicio de la guerra.
El Kremlin negó las acusaciones contra el general
El general ruso también había sido objeto de sanciones internacionales. Reino Unido congeló sus activos y le prohibió la entrada al país. Mientras que Estados Unidos lo acusó de utilizar armas químicas en violación de las leyes internacionales. En el ámbito diplomático, Kirillov era conocido por informes controvertidos que incluían acusaciones a Estados Unidos de desarrollar armas biológicas en Ucrania y de preparar una “nueva pandemia”.
El Kremlin negó sistemáticamente estas acusaciones, calificándolas de “infundadas”. Mientras tanto, Medvédev reiteró que acciones como esta demuestran la “agonía” de Ucrania. Sobre todo, por ser un intento de “justificar su frágil existencia a los ojos de sus patrocinadores occidentales”.
Con información de BBC Mundo.