Las reservas descubiertas contienen alrededor de 511 mil millones de barriles de petróleo. Equivalen a unas 30 veces la producción total de Vaca Muerta en Neuquén.
Un reciente informe del diario británico The Telegraph señaló que Rusia descubrió lo que podría ser la mayor reserva de petróleo jamás encontrada, situada en la Antártida Argentina. Este descubrimiento, reportado inicialmente hace tres días, incluye aproximadamente 511.000 millones de barriles de petróleo.
Este volumen es equivalente a diez veces lo que se ha producido en el Mar del Norte durante los últimos cincuenta años o a treinta veces las reservas de Vaca Muerta en Argentina, que cuentan con cerca de 16.000 millones de barriles.

A pesar de que la extracción de recursos en la Antártida está generalmente prohibida, excepto bajo circunstancias científicas específicamente autorizadas, los investigadores rusos habrían comunicado a Moscú su descubrimiento, realizado por el buque Alexander Karpinsky de Rosgeo.
Rosgeo, que es una agencia rusa dedicada a la exploración de recursos minerales para su explotación comercial, fue establecida en 2011 y comprende 63 empresas. Estas empresas han descubierto más de 1.000 yacimientos significativos de recursos como gas y oro, incluyendo varios hallazgos en Asia, Europa, África y América Latina.
La validez de estos hallazgos se discutió recientemente ante el Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, donde se presentaron pruebas sólidas. A pesar de los intentos de The Telegraph por obtener comentarios de los directivos de Rosgeo, estos no respondieron a las solicitudes de información.
Una zona en disputa
El descubrimiento de Rusia ocurrió en el Territorio Antártico Argentino, una vasta área que se extiende desde el Polo Sur hasta la Península Antártica y el Mar de Weddell, porción también reclaman Gran Bretaña y Chile.
En el Mar de Weddell, situado en el Territorio Antártico Argentino se encuentran significativas reservas de petróleo y gas recientemente identificadas. Este hallazgo resalta la importancia estratégica del territorio en la escena geopolítica, especialmente para Argentina, que mantiene una activa reclamación territorial junto con Chile y Gram Bretaña. Además, Argentina continúa defendiendo su derecho sobre las Islas Malvinas ante la Organización de las Naciones Unidas, reforzando su postura en búsqueda de reconocimiento internacional de su soberanía.

¿Es posible modificar el Tratado Antártico y permitir la exploración de hidrocarburos?
La Antártida está protegida por el Tratado Antártico de 1959, que prohíbe todos los desarrollos minerales o petroleros. En tanto que los intereses del Reino Unido son supervisados por el Ministerio de Asuntos Exteriores inglés, pero que últimamente fueron señalados de ignorar la crisis emergente. Es más, expertos advierten que la guerra con Ucrania y la rivalidad entre China y Estados Unidos son las mayores amenazas para el futuro de la Antártida.
Alan Hemmings, profesor y comandante de la estación británica de investigación antártica durante la Guerra de las Malvinas, admitió que las crecientes tensiones podrían destruir el Tratado que protegió al continente blanco del desarrollo petrolero. El Tratado se revisará en 2048, pero cualquier nación involucrada también puede abandonarlo cuando lo desee.
Hemmings, investigador de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda y coautor del Manual sobre la política de la Antártida, añadió: “Nunca habrá un momento sensato para extraer hidrocarburos de la Antártida. Lo que nos hundirá a todos es cualquier intento de explotar los hidrocarburos de la Antártida”.
La polémica que surge es que pareciera -según Telegraph– que justamente ese es el foco de las actividades rusas en este momento. “Estamos en medio de tensiones muy serias entre los estados occidentales y Rusia por Ucrania y entre Estados Unidos y China en relación con la hegemonía global”, indicó el experto.
Con información de medios digitales.