A través de un comunicado oficial, desde la Unión Europea (UE) informaron que buscan desarrollar una alternativa natural al glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo de la agricultura. La propuesta cuenta con financiación de siete millones y medio de euros de la UE. Se utilizarán las plantas carinata y camelina como principales compuestos.
La investigación para la creación del bioherbicida estará a cargo del hub de innovación biotecnológica de Europa, MAAVi Innovation Center de Kimitec, junto con un consorcio de 25 empresas, universidades y centros de investigación público-privados de diferentes países de Europa.
Sobre el glifosato, aunque es utilizado a nivel mundial, en 2015 fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.
Ante este llamado de atención, la UE tomó el liderazgo en el cambio hacia una agricultura amigable con el entorno. Aplicó leyes más restrictivas en el uso de plaguicidas y cambió el paradigma a los proveedores de alimentos. Otro ejemplo es la estrategia “De la granja a la mesa”, que fue presentada en 2019 y cuyo objetivo es la transición hacia un modelo de producción de alimentos que impacte neutral o positivamente en el ambiente mediante la búsqueda de alternativas naturales que sustituyan a los productos de síntesis química.
Proyecto CARINA para sustituir al glifosato por compuestos naturales
La iniciativa para reemplazar al agroquímico se denomina CARINA, y está enmarcado dentro de la exigente convocatoria Horizonte Europa, el Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE. Utilizará las moléculas y compuestos naturales de dos plantas para desarrollar un bioherbicida eficaz, sin bajar el rendimiento de los cultivos mediante productos naturales. De esta manera, buscan avanzar en los planes de reducción de químicos en el campo.
La carinata y la camelina pueden crecer con éxito en casi toda Europa y en el norte de África. Los aceites y residuos extraídos de estas plantas tienen potencial para transformarse en productos innovadores de base biológica (naturales), como bioherbicidas o bioplásticos, entre otros.
Este proyecto se basa en la investigación de nuevos usos sobre estos cultivos oleaginosos que son especiales gracias a su capacidad de proporcionar múltiples materias primas de bajo impacto medioambiental (iLUC) para la economía de base biológica.
En octubre de 2026, año en que planean finalizar con el proyecto, en Europa se habrán establecido nueve observatorios, cinco laboratorios vivientes y otros nueve laboratorios de innovación política, con el fin de promover, probar, desarrollar y demostrar las actividades y los resultados del proyecto CARINA, enfocado al desarrollo de los nuevos sistemas agrícolas sostenibles y diversificados.
Con información de Agrositio