Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de la Diócesis de Posadas, cumplirá este 22 de diciembre su 45º aniversario de ordenación sacerdotal. El religioso nació el 20 de enero de 1953 en Olivos, Buenos Aires. Posteriormente ingresó al Seminario San Agustín de San Isidro a los 22 años, tras estudiar Abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Se licenció en Teología por la Pontificia Universidad Católica y fue ordenado Presbítero el 22 de diciembre de 1979. Fue Vicario Parroquial en la Catedral de San Isidro, formador, director espiritual y vicerrector en el Seminario.
En 1985, fundó el Seminario Interdiocesano La Encarnación del NEA en Resistencia, Chaco, y fue su rector. También fue vicario de la Parroquia de Charadai Barberán, asesor de la Pastoral Diocesana de Juventud y miembro del Consejo de Presbiterio. El papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Reconquista el 12 de febrero de 1994. Y asumió como obispo de Posadas el 10 de marzo de 2001, donde actualmente continua su labor pastoral y dedicación a la comunidad religiosa.
El opispo pasó por La Casa del Streaming
Vale destacar que el jueves pasado, obispo de Posadas, compartió sus reflexiones en “La Casa Está En Orden” de La Casa del Streaming. Allí, mencionó que la tarea de la Iglesia es estar con la gente y mantener el diálogo, y que “nuestra tarea es la gente, los barrios, las colonias, el llegar”. Al hablar de salud mental, dijo: “Para nosotros, más allá de lo específico y de lo técnico, en nuestra preparación (…) hay algunos ejes que están ligados a esto de evangelizar que es amar, dando la vida”.
En cuanto a la tecnología, comentó que “no sé si usamos todo lo que tenemos que usar pero buscamos los caminos para hacerlo”. Sobre el pecado, Martínez sostuvo que “yo soy un pobre que ayuda a otros pobres, un herido que ayuda a otros heridos, no es que el otro es pecador y uno es perfecto”. Además, con humor, comentó que siente el trabajo como una carga, diciendo que “es víctima, porque cuando sos obispo hay cada vez más trabajo que hacer”.
La relación cercana con el Papa Franciso
En la misma ocasión, el obispo también habló sobre el Papa Francisco, describiéndolo como un “regalo de Dios” y recordando que “siempre le digo Jorge y él me dice Juan”. Además, valoró la modernización de la Iglesia y la inclusión, asegurando que “en la Iglesia no se rechaza a nadie”. Respecto a su jornada, mencionó que tiene varios grupos de WhatsApp para organizarse, compartiendo uno con otros dos obispos de Misiones. Al finalizar, reiteró el valor de la Iglesia en la vida comunitaria y los desafíos contemporáneos que enfrenta.