El Grupo de Intervención Especial Penitenciaria hoy cumple 23 años. Interviene preventivamente en situaciones de crisis en los penales. También en custodias de suma complejidad como de los hermanos Kiczka y el reciente caso de los expolicías.
El enorme despliegue del GIEP para la custodia y resguardo de detenidos es una marca registrada. Por estas horas quedó en evidencia el estricto protocolo que implementó esta división penitenciaria para el traslado de Germán Kiczka desde la Unidad Penal de Cerro Azul ya sea hasta el Juzgado de Instrucción de Apóstoles como a la sede de la SAIC en Posadas.

También estuvieron a cargo de trasladar a Ramón Amarilla, el expolicía acusado de sedición, desde el penal de Puerto Rico hasta el juzgado de Posadas. Este mismo despliegue ahora se verá multiplicado ya que ahora los otros siete imputados por la misma causa ya están alojados en unidades penales.
Unidad destacada a nivel nacional

El GIEP es valorado a nivel nacional por la capacidad de sus instructores al servicio de las demás fuerzas de todo el país.
Días atrás, instructores del Servicio Penitenciario Provincial encabezaron un curso intensivo destinado a sus pares de Corrientes, Salta, Jujuy y Tucumán. Los ejercicios duraron dos semanas y el cierre se desarrolló en el complejo de entrenamiento de Loreto.
Los participantes se perfeccionaron en manejo de armas y equipos de protección, hasta la psicología del encierro y técnicas de negociación.
Además abordaron medidas de seguridad con armas, equipos y escudos de protección, formaciones, dispositivos de control y contención, primeros auxilios, disuasivos químicos, defensa personal, aspectos legales, control del pánico y del lenguaje corporal.