El exdiputado de Activar, Germán Kiczka quedó a un paso del juicio en la causa por pedofilia. Junto a su hermano, Sebastián, están detenidos desde agosto del año pasado, acusados por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI).
A través de su cuenta en la red social Instagram, la abogada especialista en ciberdelincuencia Aryhatne Bahr desarrolló un amplio repaso sobre el escándalo que conmociona a la comunidad misionera.
Recordó que se trata de “un caso que marcó a Misiones: 913 archivos, chats perturbadores y programas destinados a menores fueron parte de una investigación internacional que expuso a los hermanos Kizcka”.
Resaltó” la rápida acción de la Justicia Misionera y la SAIC”. Lo que permitió que se preservaran pruebas digitales clave. “Garantizando que los datos no se perdieran y que el caso avanzara de forma contundente”, señaló.
Con lo cual, analizó que “ahora, con la confirmación de la elevación a juicio, se espera que la sociedad obtenga las respuestas que tanto demanda. Y que este proceso marque un precedente frente a delitos tan graves. La justicia no puede quedarse en palabras; debe garantizar que estas acciones no queden impunes”.
Causa contra los hermanos Kizcka elevada a juicio por pedofilia
Cabe recordar que la causa por pedofilia contra el exlegislador, Germán Kiczka, mano derecha de Pedro Puerta fue elevada a juicio. Esto fue resuelto por el Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, a cargo del magistrado Miguel Ángel Faría.
La situación fue informada a las partes, de forma correspondiente, en los últimos días, sin presentarse oposición por parte de los defensores de los imputados.
Los hermanos Germán y Sebastián Kiczka están detenidos, desde agosto del año pasado, y enfrenta cargos por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil.
De esa manera, la causa fue elevada a juicio con los cargos que había solicitado la fiscalía de Apóstoles, representada por la letrada Silvia Barronis. Por la contundencia de las pruebas con las que cuenta la justicia, podría aplicarse la pena más severa, de 25 años de prisión para estos delitos.