El juicio oral contra los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI), comenzará el 31 de marzo en el Palacio de Justicia de Posadas. Este caso, que ha generado repercusiones a nivel nacional e internacional, se destapó en febrero de 2024 tras una serie de allanamientos en Argentina, encabezado por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales de CABA y la División de Delitos Cibernéticos de la Policía Federal. Las pesquisas formaron parte de una investigación internacional llamada “Guardianes Digitales de la Niñez”, que incluyó la colaboración de varios países de América Latina.
En uno de los allanamientos realizados en el domicilio de Sebastián Kiczka en Apóstoles, se incautaron dispositivos electrónicos que contenían material explícito de abuso infantil. Según la fiscal Silvia Barronis, quien solicitó la elevación a juicio en diciembre de 2024, las pruebas son contundentes. “Se hallaron 913 archivos multimedia con contenido de explotación sexual infantil en los dispositivos de Germán Kiczka, incluyendo imágenes de menores de 13 años en situaciones de abuso”, detalló.
Las pruebas que acorralan a los acusados
Las investigaciones revelaron que Germán Kiczka, además, descargó y compartió 603 archivos de explotación sexual infantil en solo 39 días, entre el 2 de diciembre de 2023 y el 10 de enero de 2024. Entre el material encontrado, se incluyen prácticas zoofílicas con menores. “Las víctimas tenían, presuntamente, menos de 13 años”, señaló un informe de la justicia. Por su parte, Sebastián admitió en chats haber descargado aplicaciones para acceder a este tipo de contenido, lo que reforzó las pruebas en su contra.
Paula Wachter, fundadora de Red por la Infancia, señaló que “el caso del exlegislador Kiczka hizo visible cómo operan las redes de distribución de MASI y el crimen organizado para explotar niños, niñas y adolescentes”. Además, resaltó el trabajo de la Fiscalía Especializada en Cibercrimen de Misiones, ya que “este tipo de delitos requieren de una especialidad en la investigación, en cómo se recaban las pruebas, cómo realizar los allanamientos”.
La caída y captura de los hermanos Kiczka
Tras los allanamientos y pedidos de captura en 2024, los hermanos Kiczka se dieron a la fuga. El 26 de agosto, Interpol emitió una alerta roja para su captura. Dos días después, Germán fue detenido en Loreto, Corrientes, mientras que Sebastián fue arrestado en San Juan de la Sierra, Misiones. Ambos permanecen detenidos desde entonces. El gobernador Hugo Passalacqua anunció una recompensa de 5 millones de pesos por información precisa sobre su paradero, lo que aceleró su captura.
El escándalo político no tardó en llegar. El 22 de agosto de 2024, la Cámara de Representantes de Misiones desafueró a Germán Kiczka, quien había sido diputado por el partido Activar. Posteriormente, el 12 de septiembre, fue expulsado de manera unánime por el cuerpo legislativo. “Este abominable accionar hiere de gravedad el tejido social de la provincia”, declararon los integrantes del bloque renovador, que impulsó el desafuero.
El juicio y sus protagonistas
El juicio, que se extenderá hasta el 16 de abril, será llevado a cabo por el Tribunal Penal de Posadas, integrado por el juez Gustavo Arnaldo Bernie y los vocales Viviana Cukla y César Antonio Yaya. La fiscalía estará a cargo de Martín Rau y Vladimir Glinka, quienes enfrentan el desafío de presentar un caso basado en cientos de pruebas digitales.

En pleno análisis de la evidencia incorporada para el trascendental debate, el fiscal del Tribunal Penal 1, Martín Rau, insistió en que es “un expediente grande de materiales videográficos y fotográficos”.
En consonancia, Vladimir Glinka consideró que el volumen de la evidencia “es tanta que si hubiera que imprimirlo serían cientos de fojas. Justamente la designación de ambos garantizará un buen despliegue de la Justicia”.
“Hay mucha evidencia digital por analizar, obviamente por la particularidad de uno de los sujetos imputados”, explicó el procurador Carlos Giménez.
La defensa de los Kiczka estará en manos de los abogados Eduardo Paredes y Gonzalo de Paula. Ambos buscarán desacreditar las pruebas recolectadas durante la investigación. Sin embargo, las evidencias son abrumadoras. “Las confesiones de Sebastián Kiczka en chats, donde admitió haber descargado aplicaciones para ver contenido relacionado con menores, son pruebas irrefutables”, señaló un informe judicial.
Un precedente en la lucha contra la explotación infantil
El caso Kiczka no solo ha expuesto la gravedad de los delitos de explotación infantil, sino también la capacidad de la justicia misionera para enfrentarlos. Por eso, Paula Wachter informó que “la condena debe sentar que este tipo de delitos en Argentina no son tolerados”. Por su parte, el procurador Carlos Giménez calificó el juicio como “uno de los más importantes en la historia de Misiones. La sociedad necesita saber qué pasó con ese representante del pueblo que fue elegido por muchas personas”, concluyó Giménez.