Sebastián, hermano del ex diputado Germán Kiczka se presentará ante el juez Miguel Ángel Faria. El imputado por tenencia y distribución de MASI será trasladado desde la unidad penitenciaria.
Este jueves se escribirá un nuevo capítulo de un caso que conmociona al país. Sebastián, hermano del ex legislador provincial Germán Kiczka se presentará a declarar frente al juez que dirige la causa, Miguel Ángel Faria. El imputado por MASI será trasladado desde la unidad penitenciaria hacia el juzgado N°4 de Apóstoles. Se prevé que, al igual que el expulsado legislador, no responda las preguntas del magistrado.

El imputado Sebastián Kiczka será trasladado desde la unidad penitenciaria hasta la calle Lanusse en el centro de Apóstoles para ser indagado por Miguel Ángel Faría, titular del juzgado de instrucción que investiga la causa y tiene imputados por tenencia, consumo y distribución de material de abuso sexual infantil.
Tal como ocurrió días atrás con su hermano este jueves será el turno de Sebastián que decidió dar su versión de los hechos. Cabe mencionar que en la primera indagatoria se abstuvo de declarar, designó abogado defensor y fue imputado.
Por estas horas, la justicia continúa con la apertura de dispositivos electrónicos secuestrados las semanas anteriores en el despacho del ex legislador y en el Social Club del diputado Pedro Puerta.
Según informaron los investigadores del caso, se abrieron una notebook, un pendrive, cuatro celulares y otros elementos.
Estricta vigilancia a los hermanos Kiczka
Los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, acusados de tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil, se encuentran detenidos en la Unidad Penal de Cerro Azul, en el paraje General Guemes. La vida en el penal es estricta y reglamentada: los hermanos están alojados en sectores diferentes y bajo medidas de seguridad extremas.
Ambos permanecen en pabellones separados dentro de la unidad, clasificada como de “mediana seguridad”. Esta separación busca evitar cualquier contacto entre ellos y con otros internos que pudiera comprometer la seguridad del penal. Según fuentes del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), los hermanos comparten las actividades con el resto de la población carcelaria, pero cada uno en su sector y bajo supervisión constante.
Los Kiczka recibieron la visita de sus padres, aunque también se realizó de manera separada. Según la normativa penitenciaria, los reclusos tienen permitido recibir hasta tres visitas semanales; sin embargo, la lista de visitantes autorizados es restringida y controlada rigurosamente.
Además, está prohibido el ingreso de teléfonos celulares y cualquier otro dispositivo de comunicación al predio. Se trata de una medida que busca evitar la exhibición pública de momentos como los que se vieron en la comisaría 2ª de Apóstoles, donde se observó a los hermanos riéndose durante el horario de visita.