La tragedia de San Fernando dejó como saldo la muerte de los dos pilotos a bordo, identificados como Martín Fernández Loza y Agustín Orforte, ambos con una destacada trayectoria en la aviación.
El siniestro ocurrió alrededor de las 13:19, minutos después de que la aeronave Challenger 300 despegara de Punta del Este y completara un vuelo de tan solo 34 minutos hacia Buenos Aires. Según expertos, las posibles causas del accidente podrían incluir un desperfecto técnico o un error humano, aunque se aguarda el informe oficial de las autoridades aeronáuticas.
El avión se prendió fuego tras el impacto, destruyendo por completo la cabina y generando una escena de caos en la zona afectada. Testigos reportaron llamas y una columna de humo visible desde varios puntos de San Fernando.

Las víctimas de San Fernando: dos pilotos con experiencia
Martín Fernández Loza, de 46 años, era el comandante del avión. Residente de Martínez, San Isidro, tenía una amplia carrera como piloto, habiendo trabajado en reconocidas empresas como Austral Líneas Aéreas y New Lines SA. Su historia de vida incluyó episodios dramáticos, como un intento de robo en 1998 que lo dejó en coma tras ser arrojado de un tren.
Agustín Orforte, de 35 años, también tenía una destacada carrera en la aviación. Era piloto privado habilitado para operar aviones Challenger 300 y desde enero trabajaba en el Banco Macro. Con domicilio registrado en Posadas, Misiones, era conocido por compartir en redes sociales su pasión por los vuelos, mezclada con momentos de su vida cotidiana.
Impacto y próximos pasos
El accidente conmocionó a las familias de los fallecidos, quienes se acercaron al aeropuerto de San Fernando en busca de respuestas. Mientras tanto, las autoridades investigan las causas del siniestro, con peritajes en la zona y análisis técnicos del avión.
El evento deja una dolorosa marca en la comunidad aeronáutica, resaltando los riesgos que enfrentan incluso pilotos experimentados y el impacto devastador que un accidente puede tener en cuestión de segundos.