La Policía de Oberá investiga el caso de un joven de 22 años que fingió su secuestro para extorsionar a su madre.

Todo se originó cuando una mujer manifestó a la policía que recibió un mensaje desde la cuenta de Instagram de su hijo. A través del chat el joven le dijo que para liberarlo debía enviar $29.000 a un domicilio del Barrio 180 Viviendas. Su mamá hizo el pago mediante un moto mandado.
Ante la falta de noticias sobre el paradero de su hijo, avisó a la policía que rápidamente descubrió el engaño. Los agentes descubrieron que el dinero entregado lo recibió el propio hijo que fue reconocido por el empleado del servicio de moto mandado mediante la exhibición de una fotografía.
En horas del mediodía, el joven se comunicó telefónicamente con su madre diciendo que se encontraba en lo de un amigo. Pasada la medianoche el personal policial se constituyó en el domicilio familiar donde se entrevistó con Luciano que sólo manifestó haber estado en lo de un amigo, mostrándose reticente y poco colaborador.
Constatado que se hallaba en buen estado de salud, los efectivos dialogaron con la progenitora que buscará ayuda profesional para tratar el problema de adicciones que, según manifestó, tendría su hijo.