El profesor en derecho ambiental, Leonardo Villafañe, destacó el potencial de las herramientas jurídicas para proteger los recursos naturales. Remarcó que otras provincias y países llegan para asesorarse e imitar modelos similares al de la tierra colorada. Aseguró que la Tierra sin Mal está próxima a establecer una nueva sociedad ecológica consciente. Valoró el trabajo legislativo con más de 150 leyes de protección ambiental sancionadas.
Por Ariel Pacheco
En el medio de su agitada agenda de trabajo, el secretario del Consejo de la Magistratura, Leonardo Diego Villafañe, recibió en su oficina a canal12misiones.com para analizar los alcances y desafíos del flamante instrumento jurídico que buscará proteger los recursos naturales: el juzgado ambiental. El profesor en derecho ambiental y miembro de Expoterra Argentina explicó los motivos por los cuales Misiones está a la vanguardia en materia de legislaciones ambientales. En la misma línea, aseguró que Misiones va camino a establecer una nueva sociedad ecológica consciente. También adelantó los próximos desafíos ambientales en materia jurídica.
-¿Qué representa para Misiones contar con un fuero ambiental?
-Pone al problema en el nivel de relevancia que tiene hoy. Demuestra que el hombre cree que la economía está por encima de la sustentabilidad. Prefiere el desarrollo económico rápido a la brevedad a una relación más armónica con los recursos naturales. Entonces, en una provincia repleta de recursos, donde su bandera es la biodiversidad, se protege y resguarda a la naturaleza. Desde afuera cuando hablan de Misiones destacan la selva, los paisajes, los saltos, los ríos, el patrimonio histórico y cultural. En todos los casos, siempre hay una vinculación de Misiones y su identidad con la naturaleza. Entonces, el fuero ambiental lo que hace es enfrentar estos problemas ya no solamente a través de las herramientas que ofrece el poder Ejecutivo, sino que lo vamos a dotar de una herramienta eficaz al poder judicial para que acompañe ese esfuerzo, porque puede pasar que cuando no se llegan a conciliar soluciones en una instancia pre judicial, alguno genere una demanda de ese tipo.
Dejamos que esos conflictos sean tratados por gente vinculada al área, porque son conflictos distintos. De entrada no es un conflicto entre dos partes. En un conflicto ambiental tenes un montón de personas que integran un activo que demandan a un montón de personas que deben defenderse, en la cual ingresa el Estado, las ONGs, terceros que no tienen nada que ver con la cuestión pero que pueden ayudar a la solución, como puede ser una universidad. A partir de allí, se arma un proceso policéntrico con muchos focos de atención. Los conflictos se inician mucho antes del proceso judicial y no terminan con la sentencia como sucede en un caso habitual por daños y perjuicios. En los procesos ambientales se dicta la sentencia, se establece un plan de recomposición y después hay que controlarlo o hay que ir adaptándolo por diferentes cuestiones para velar que se cumplan los resultados del proceso que armaste como juez y en el cual tuviste en cuenta el asesoramiento de la universidad, el equipo técnico, las ONGs, las comunidades originarias quienes tienen mucho conocimiento sobre el funcionamiento del ecosistema ene esos lugares.
Eso es lo que busca un legislador cuando sanciona un fuero ambiental: resultados. La sociedad te exige resultados en materia ambiental porque los daños son irreversibles porque son recursos finitos. En cambio si todo el sistema jurídico y político se orienta a prevenir los daños, estamos resolviendo tiempos y evitando gastos innecesarios en la comunidad. Tenes que sentarte a dialogar, ver y utilizar el principio de progresividad que para implementar cambios con metas interinas, con pasos evolutivos hasta llegar a una meta final. Ese cambio nunca será brusco porque sino no se podría sostener. Por eso hay un perfil de juez ambiental que es diferente a las otras materias porque debe tener una visión más amplia para dictar una sentencia.
-Hace poco mencionaste en un artículo de tu autoría el concepto de “ambientalismo como clase política”. Teniendo en cuenta todas las legislaciones que sancionó Misiones en materia de cuidado ambiental, ¿Se puede decir que esta cerca de materializarse este concepto?
-Sí, hoy Misiones está exportando conocimiento de su propia experiencia. Los especialistas y representantes de otras provincias y países llegan acá para ver como se da el perfecto funcionamiento del sistema de áreas naturales protegidas, donde actúa la comunidad con su interés para mantener ese sector. Eso es lo que la gente de afuera mira y lleva para implementar en sus territorios. Hoy estamos en condiciones de exportar conocimiento, experiencia, legislación, también instituciones porque tenemos el primer Ministerio de Cambio Climático del país. En el congreso de derecho ambiental estuvo presente Silicon porque el ambiente se está extendiendo no solamente en lo natural sino también en lo virtual, a través de herramientas éticas con la naturaleza y la sociedad. Esa relación ética que tenemos de limitar nuestros propios derechos para que la sociedad funcione. Tenemos derechos individuales que deben complementarse con los derechos colectivos. Lo mismo pasa en el ámbito digital.
-Mencionaste que estuviste participando del Congreso de Derecho Ambiental. ¿Cuáles son las conclusiones sobresalientes que pudiste apreciar?
-Nosotros integramos la Fundación Expoterra, con un nodo en Misiones, en la cual somos varias personas de las cuales Adriana Barrionuevo, Rosana Corti y yo participamos como expositores, también estuvo presente Silicon y diferentes organismos públicos. Algo que destacaron desde afuera la interacción permanente que se da entre los organismos públicos y el sector privado, las universidades públicas interactuando con las privadas. También integro el Observatorio de Contravenciones y Delitos Ambientales de la Universidad Católica de Santa Fe y voy a estar el próximo viernes contando está experiencia en la Universidad Nacional de Misiones, esto también se valora desde afuera.
En el congreso comenté los conflictos sobre humedales en la región NEA, explique las ventajas que tiene ser la provincia con una ley de protección de humedales sancionada. Comenté el caso destacado de la ordenanza de Alem que incorpora los elementos hídricos en la normativa catastral obligatoriamente con beneficios y castigos. También explicamos como resolvemos los conflictos ambientales en la provincia sin la necesidad de llegar a la instancia judicial. Más adelante, explicamos como hacemos nosotros para mantener nuestra relación con la naturaleza y a la vez urbanizarnos. Posadas está creciendo un montón y sin embargo ofrece un estilo de vida vinculado a la naturaleza, acá de alguna manera la sociedad se vincula con la Costanera, un espacio natural donde la gente realiza actividades deportivas.
En Misiones tenemos acceso seguro a bienes naturales y eso no es poca cosa. En muchos lugares no tienen la posibilidad de pisar verde lo hacemos nosotros todo el tiempo, es algo que no lo podemos perder. Nosotros salimos afuera a los congresos a explicar como convivimos, como hacemos y se dan diferentes intercambios con formación teórica, debates sobre instituciones del derecho ambiental que requieren ajustes o que han evolucionado como principio precautorio o principio preventivo, que son normas que orientan las decisiones judiciales, comentamos las experiencias de esas decisiones judiciales.
¿Cómo ven las demás provincias las políticas ambientales que lleva adelante Misiones?
-Creo que muy bien porque están todos interesados en venir. Nosotros estamos esperando gente de Uruguay que llegarán los primeros días de julio para ver como funciona nuestro sistema de áreas naturales protegidas, para ver también como convive en la reserva Campo San Juan este nuevo sistema de parque o ver como funciona la convivencia política del sector público y privado. La gente de Corrientes nos invitó a participar de un congreso para comentarles que soluciones le proponemos nosotros a ellos. Tenemos una excelente mirada y aceptación que fomenta la presencia de Misiones en los congresos argentinos. De alguna manera nos vamos ganando nuestros lugar, tenemos mucho para mostrar y cuidar. También siempre insistimos a Nación con el mismo reclamo para obtener recursos y poder ampliar las medidas de protección de la biodiversidad. Si Argentina tiene un superavit ambiental mucho tiene que ver con lo que Misiones cuida. Por ejemplo para ampliar la población de yaguaretes mucho tuvo que ver la conectividad del monte misionero por las condiciones naturales de la provincia. Cuando uno ve que Brasil y Paraguay apelan a cortar los árboles para plantar soja, uno entiende el valor del sacrificio diario de los misioneros para proteger los recursos naturales.
-¿Cuáles son las repercusiones que generó en el país el hecho de que Misiones cuente con un fuero ambiental?
-En Argentina están expectantes por ver como se va a desarrollar, pero ya comenzaron a pensar en crear modelos similares con sus particularidades de acuerdo al contexto social de cada provincia. En ese sentido, Misiones tiene cierta estabilidad que le permite proyectar un juzgado ambiental. Hay gente de Chubut que se acercó a hacer preguntas y solicitaron que se les remitan los antecedentes que teníamos. Gente de Córdoba también se sumó al interés porque ellos comenzaron a poner juzgados de faltas ambientales específicamente en los municipios. Neuquén también está trabajando hace un tiempo pero no consigue ese consenso que se requiere para determinar la creación de un juzgado.
En resumen, hay muchos lugares a los cuales les gustaría contar con un fuero ambiental pero todavía no saben como encararlo. Ellos están viendo las experiencias de Misiones y Jujuy que a pesar de ser provincias chicas tienen muchos recursos para proteger. Creo que van a comenzar a aparecer más juzgados porque la problemática se está multiplicando. Entre Ríos por ejemplo tiene un alto nivel de conflictividad ambiental. Tienen muchos fallos contradictorios y una situación muy complicado con el delta que se quema y se utiliza para fines agrícolas o proyectos inmobiliarios faraónicos. Entonces la Justicia comenzó a orientar y creó la oficina ambiental dentro del fuero federal de Entre Ríos.
-Teniendo en cuenta que Misiones está a la vanguardia en derecho ambiental, ¿Es posible crear o establecer una nueva sociedad ecológica consciente?
-Estamos muy cerca. En Misiones la gente tiene noción del lugar donde vive y de las riquezas que tiene en el campo de la naturaleza. Será un camino constante y permanente, todo el tiempo vamos a tener que transmitir esos valores a las generaciones que siguen. Hay una inteligencia colectiva de la gente que valora su lugar, sus recursos y que se siente identificada por la naturaleza. Cada vez es más la gente que quiere venir a a la provincia para juntarse con la naturaleza, sentir la paz que te da el paisaje verde, el río y los saltos.
Será un caminar constante hasta el fin de los tiempos porque cada vez son menos los recursos naturales que quedan en el mundo. La lucha por el oxígeno puro y el agua potable será cada vez más dura. La ciudadanía misionera tiene mucha conciencia sobre la importancia de su relación con el medio ambiente. Por algo todo se está orientando en ese sentido, porque se percibe que ahí la gente quiere apuntar. El misionero tiene esa inteligencia colectiva para mantener el entorno.
-En el surgimiento de esta nueva clase ambiental, ¿Qué rol juega la educación y la pedagogía?
-La educación es fundamental por su aporte en valores y principios de protección ambiental. El derecho y la ley tiene también una función pedagógica que te orienta una conducta que si no se aplica pierde el respaldo de la gente. Por eso en la Argentina falta un poco más de control porque tenemos leyes de alta calidad. Esto se ve mucho en las zonas mineras del país donde no hay mucho control de la actividad. El desarrollo de una educación del tipo valorativa que impulsa Misiones, permite a los jóvenes entender que está su propia vida en juego y la de las generaciones futuras.
Por eso es clave la formación en solidaridad, fraternidad, en pensar en el otro. El concepto de éxito ahora es poder disfrutar de estos lugares, ya no pasa por ganar fortunas en dos días. No puede ir de la mano la economía sin límites y un mundo con recursos limitados. Hoy hay que tener otra mirada de lo que es el éxito, hoy pasa por una relación armoniosa del ciudadano con las demás personas y con la naturaleza.
-¿Cuáles son los desafíos ambientales de Misiones en materia jurídica?
-Además de ver como se dará el funcionamiento del juzgado ambiental, Misiones va a tener que tratar de mantenerse en el rol del líder regional y nacional en la ejecución de las normas ambientales. Velar por su cumplimiento, estar arriba de las actividades para que se cumplan las pautas establecidas. Acá todo el mundo puede producir y desarrollar su actividad en la medida que lo haga en armonía con el ambiente. Si se cumplen las pautas que se prevén a nivel local, serán mejor vistos por los consumidores. También tenemos que avanzar en la revigorización del impacto ambiental, para poder clasificar y evaluar las actividades como una herramienta de gestión.
Por otra parte tendremos que trabajar en el cambio de la matriz energética, la cuestión de los combustibles fósiles va a cambiar y vamos a trabajar en todas las alternativas posibles. Vamos a tener que ver que pasa con los delitos ambientales para ver de que manera de juzgan. Habrá que estar atento también al crecimiento demográfico que requiere de la atención del Estado como también la promoción del turismo de naturaleza como una política de Estado que seguramente se mantendrá. También hay que desalentar el uso de autos particulares a través del vehículos sustentables.
