Con inversiones estratégicas, un enfoque integral en el cuidado del medio ambiente y el compromiso de equiparar la potencia de sus principales fuentes energéticas, la provincia se posiciona como un referente nacional en infraestructura energética sostenible. Bajo la conducción de Paolo Quintana, Ministro de Energía de Misiones, la región ha puesto en marcha un ambicioso plan que combina innovación tecnológica y cuidado ambiental.
“Somos una provincia que en los últimos tiempos hizo la mayor inversión en infraestructura energética, en comparación al resto de las provincias del país”, destacó Quintana. Este esfuerzo no solo busca atender la creciente demanda energética, sino también sentar un precedente en el desarrollo de energías limpias y sostenibles.
En el marco de este proyecto, Misiones ha incorporado cinco centrales de generación distribuidas estratégicamente en puntos clave de la provincia. Estas incluyen plantas solares fotovoltaicas y centrales de biomasa que ya operan dentro del sistema interconectado provincial. “Cada una está diseñada para trabajar en el punto específico en el cual está incorporada. En el caso de San Javier, Silicon Misiones y Posadas 1, cada planta tiene un uso específico”, detalló el ministro.
“Como políticas de Estado, somos guardianes de la naturaleza, además de protectores del 52% de la biodiversidad de Argentina. Por lo cual el desarrollo energético no puede estar disociado del cuidado del medio ambiente”, agregó.

Expansión de la infraestructura energética sostenible
Para este año, el gobierno provincial se ha planteado la meta de incorporar 20 megavatios adicionales al sistema, mediante la construcción de ocho nuevos parques solares fotovoltaicos en diferentes puntos de Misiones. Este avance busca equilibrar la potencia de la Represa Urugua-í con generación zonal fotovoltaica, lo que representaría aproximadamente un 30% del consumo energético total de la provincia.
La implementación de esta infraestructura energética sostenible también refuerza el compromiso de Misiones con la innovación. Las plantas solares y de biomasa no solo generan energía limpia, sino que también promueven la autosuficiencia energética y la reducción de la dependencia de fuentes convencionales.
Además, estas iniciativas fortalecen la economía local al generar empleo y fomentar el desarrollo de capacidades técnicas.