El dirigente Martín Sebastián Lozina presentó su renuncia formal a la Unión Cívica Radical (UCR) de Misiones, luego de años de militancia dentro del partido. La carta, dirigida tanto al Comité Municipal de Posadas como al Comité Provincial, fue contundente: acusó falta de rumbo, prácticas políticas estancadas y un desgaste que, según sus palabras, amenaza con la desaparición del radicalismo misionero.
En su despedida, Lozina agradeció la formación política recibida durante su trayectoria, desde sus inicios en la Franja Morada hasta la fundación del espacio interno “Nuevo Espacio”. Sin embargo, no ahorró críticas al presente del partido. “Mi decisión no fue fácil”, aseguró, aunque manifestó que la UCR “no tiene una propuesta política sólida que enamore a los misioneros”.
En un tono severo, sostuvo que el partido se convirtió en “un toma y daca de candidatos, los mismos de siempre”, enfocados en “la chiquita” y no en disputar el poder real. Lozina también cuestionó duramente a la dirigencia actual, a la que calificó como “hipócritas con convicciones”, responsables, según él, de llevar al radicalismo a su “peor versión”.

La salida de Lozina representa un nuevo golpe para la fracturada estructura de la UCR en la provincia, que en los últimos años ha enfrentado múltiples crisis internas, pérdida de referentes históricos y una marcada disminución de protagonismo electoral. Su renuncia también deja un vacío dentro del espacio de Nuevo Espacio, una agrupación que buscaba renovar al partido desde adentro.
Con este nuevo quiebre, la UCR misionera enfrenta un desafío mayor de cara al futuro inmediato: recomponer sus estructuras, reconstruir su identidad y recuperar la confianza de la ciudadanía. Mientras tanto, Lozina se suma a la lista de históricos que se alejan, no sin antes advertir sobre el rumbo que podría llevar al partido a su ocaso definitivo.