En el programa La Última Palabra de Canal 12, el periodista Mario Samaniego abordó el derrotero político del diputado nacional por Misiones, Martín Arjol, poniendo el foco en la creciente polarización y la doble cara de su carrera legislativa. Arjol, quien llegó al Congreso por la boleta de Juntos por el Cambio, ha evidenciado un giro hacia el oficialismo libertario al mostrar abiertamente su simpatía por el presidente Javier Milei y distanciarse del radicalismo tradicional.
De la UCR a maniobras con la Libertad Avanza
Las enormes contradicciones de Martín Arjol se materializaron durante su último acuerdo con el Partido Libertario de Misiones para presentar listas por fuera de la Unión Cívica Radical (UCR). Hay que recordar que Arjol fue expulsado del centenario partido de la boina blanca tras el fallo del Tribunal de Ética de la UCR, que eyectó no sólo a Arjol sino también a Mariano Campero y Luis Picat por respaldar los vetos presidenciales de Milei.
Durante una sesión en la Cámara baja, estos legisladores apoyaron de manera contundente el veto de Milei a la reforma jubilatoria, alcanzando 183 votos a favor, 87 en contra y 8 abstenciones, superando el umbral necesario para blindar la decisión oficialista. En otra sesión, los mismos diputados acompañaron al oficialismo en el veto de la Ley de Financiamiento Universitario, obteniendo 85 votos, pese a la oposición que alcanzó 159.

El proceso generó una serie de declaraciones que acentuaron la fractura interna. El presidente de la UCR, senador Martín Lousteau, criticó a quienes “pretenden integrar el mismo espacio” luego de negociar su salida del partido a cambio de posibles cargos públicos, al señalar que “algunos negociaron para ir al Senado, otros para representar a La Libertad Avanza, hay otros que recibieron promesas de cargos públicos”.
El espectro del personalismo y la acusación de Macri
La ruptura de Arjol con la UCR no pasó desapercibida en el ambiente político. El expresidente Mauricio Macri arremetió contra el diputado, calificándolo de “otro caso de personalismo político que privilegia su propio destino antes que cualquier construcción colectiva”. Macri agudizó la crítica al afirmar de manera contundente que “los que tenían precio ya fueron comprados”, evidenciando así el malestar de los sectores que aún esperan una coherencia interna en la oposición.

Además, en el marco de la interna cada vez más cruda del PRO, Macri lanzó munición también contra el senador Martín Goerling, otro legislador misionero que, junto a Arjol, habría cambiado de bando al alinearse con el gobierno de Javier Milei. La crítica de Macri resuena como un llamado a reexaminar los valores y las propuestas electorales de una coalición que ahora se ve fragmentada por ambiciones individuales y acuerdos oportunistas.
Un escenario de incertidumbre para Arjol
Las contradicciones políticas de Martín Arjol ahora lo han dejado sin un posible aliado, ya que hasta la propia Libertad Avanza rechazó albergarlo en sus listas. Este marco representa, en el caso misionero, la síntesis de una crisis que atraviesa tanto a la UCR en sus distintas facciones como a las nuevas fuerzas del oficialismo.
Con figuras que se desplazan entre alianzas y con mensajes contundentes desde distintos sectores, el caso Arjol se erige como un ejemplo paradigmático de cómo los intereses personales pueden prevalecer sobre la lealtad partidaria y la lealtad con el electorado que lo eligió.
El relato de Mario Samaniego en La Última Palabra, a través de una exposición clara y directa, invita a reflexionar sobre la volatilidad y las contradicciones que definen el escenario político actual, donde la lealtad ideológica se tambalea ante la promesa de beneficios individuales y de una reconstrucción de alianzas en un contexto de cambio acelerado.