En nuestro país, la ley 25.929 de Parto Humanizado define todos los derechos que tienen las personas gestantes, los niños y los progenitores en relación al trabajo de parto, parto y postparto .
En el Día de la Obstetricia y la Embarazada (31 de agosto), la coordinadora del grupo Mama’s Gang, Nadia Gibaja, evocó los Derechos de las personas gestantes y la responsabilidad del personal de Salud sobre el trato personal en los procesos reproductivos, hacia las madres, los niños y los progenitores.
La violencia obstétrica es una modalidad de violencia que está definida en la Ley 26.485 de protección integral hacia las mujeres, como la ejercida por personal de salud sobre el cuerpo en los procesos reproductivos de las mujeres, por un trato deshumanizado, exceso de medicación o patologización de procesos naturales.
Nadia Gibaja entrevista por LT17 expresó que: ”Es muy importante que el estado tome dimensión de que debe intervenir y controlar de que realmente todos estos derechos se cumplan. Yo no me imagino una situación de mayor vulnerabilidad para una mujer que cuando estamos embarazadas o en situación de postparto”.
Derechos vulnerados
Señaló que los derechos que más frecuentemente se vulneran son el trato humanizado y que después de la pandemia quedó como un sesgo todo lo referido al acompañamiento durante el parto, a estar cerca del bebé, siempre y cuando el estado de salud de la mamá y el niño lo permitan.
De acuerdo a los relatos de las mujeres que integran los grupos de whatsapp de Mama´s Gang, aparece el hecho de muchas sienten con relación al parto por cesárea de que fueron inducidas o por miedo o desinformación.
Otra problemática que se presenta son las quejas de las embarazadas en relación al consentimiento informado que están haciendo firmar los sanatorios privados. La rubrica autoriza a la institución a prácticas que están en flagrante contradicción de las leyes. Esto motivó la realización de una presentación formal del grupo de mamás.
Finalmente, preguntada acerca de qué es un parto humanizado Gibaja afirmó: “Que no te reten, que no hagan comentarios desubicados respecto a tu cuerpo, que respeten tu deseo, que no te infantilizen, que te traten como una persona adulta y sana”.
