Ayelén Antonella Grosso, una profesora de Inglés de 29 años oriunda de Oberá, lleva cinco años enfrentando la diabetes tipo 1. Sin embargo, su historia no es solo de diagnóstico, sino también de superación, acompañamiento profesional y proyectos de vida que siguen adelante gracias al respaldo de la salud pública.
En una entrevista con el Instituto de Previsión Social de Misiones (IPS), relató cómo empezó a notar los signos de la enfermedad. “Los primeros síntomas que tuve fueron sed extrema y constantes viajes al baño de noche”, recuerda. Al principio, estos síntomas no le parecían alarmantes, pero cuando su mamá sospechó que podría ser diabetes, decidió hacerse un análisis. “Me acuerdo que hice dos horas de ayuno para realizarme estudio, el cual registró una glucosa súper alta”, afirma.
Fue en ese momento cuando acudió a Elizabeth Méndez, médica afiliada al IPS, quien le explicó con detalle todo lo relacionado con la diabetes tipo 1. “Me dijo: ‘Acá están las insulinas. A partir de ahora, vas a tener que empezar a utilizarlas. Me explicó todo el proceso, cómo es la diabetes, de qué se trata y más”, relata.
Este diagnóstico cambió su vida, pero también marcó el comienzo de un tratamiento que le permitió regularizar su salud. “El cambio fue abismal, porque de tener la azúcar bastante alta, se me empezó a regularizar un montón el cuerpo”, dice.
A lo largo de estos años, siguió con rigurosidad las indicaciones médicas y tuvo acceso a herramientas tecnológicas avanzadas gracias al IPS. “Hace un año aproximadamente pude acceder a la bomba de insulina y a los parches de medición de glucosa continua”, cuenta. Estos dispositivos, que miden la glucosa en tiempo real y administran la insulina de forma automática, le permitieron llevar un control mucho más preciso de su diabetes.
A través del IPS, Ayelén superó la diabetes y proyecta su vida con optimismo.
“La bomba de insulina actúa como un páncreas, pero a nivel externo. Por lo que continuamente se administra automáticamente la insulina que necesito”, explica, quien hoy vive dentro de los rangos recomendados para mantener su salud estable.
Además de su tratamiento, destaca el papel fundamental del equipo médico y el acompañamiento psicológico. “Sé que es importante el hecho de poder estar tranquilo. Las personas con diabetes podemos tener una vida normal con la ayuda psicológica, de nuestros pares, nuestra familia y de quienes están a nuestro alrededor”, cuenta.
Actualmente, se siente preparada para seguir adelante con sus proyectos personales y profesionales. “En algún momento, tengo ganas de lograr un embarazo. Estoy totalmente tranquila porque con mis doctores y el resto del equipo podría tener un embarazo tranquilo”, menciona con esperanza. Su mensaje es claro: “No por tener una condición de salud significa que condiciona todo nuestro estilo de vida. Podemos lograr todo en esta vida”, concluye.