El acceso a pantallas se convirtió en un tema crucial para la salud y el desarrollo de los niños. Natalia Houghan, psicóloga especializada en infancias, brindó valiosas recomendaciones para manejar el uso de pantallas en los más pequeños. Según Houghan, la sobreexposición a dispositivos digitales puede generar trastornos de conducta, afectando la capacidad de concentración y el desarrollo social.

En una entrevista con Canal 12, la psicóloga destacó que no se debe permitir el uso de pantallas hasta los 5 años, ya que el cerebro infantil está en plena formación y es muy vulnerable. “El consumo excesivo en menores de 5 años no causa autismo, pero sí puede ocasionar trastornos diversos”, explicó.

A partir de los 6 años, Houghan recomienda limitar el tiempo frente a las pantallas a una hora diaria, para evitar daños en el cerebro y en el proceso de aprendizaje.
Cómo el exceso de pantallas afecta el aprendizaje infantil
Uno de los principales efectos negativos mencionados por la experta es el déficit de atención en los niños, un problema cada vez más común en las aulas. El constante estímulo de las pantallas impide que los niños procesen correctamente la información, lo que afecta su capacidad de leer, focalizarse y ser creativos en su tiempo de juego.

Asimismo, la psicóloga también subrayó que la satisfacción inmediata proporcionada por las pantallas disminuye la capacidad de los niños para enfrentarse a situaciones de aburrimiento, lo que afecta su desarrollo emocional y social.
Pantallas y niños: recomendaciones prácticas para padres
Los padres también tienen un rol fundamental en la educación digital de sus hijos. Houghan recomendó que, hasta los 2 años, los niños no deben tener acceso a pantallas, ya que el cerebro es extremadamente frágil en esa etapa.
A partir de los 6 años, el uso de dispositivos debe ser supervisado y limitado, sin permitir su uso durante las comidas o antes de dormir. “Es importante que los padres establezcan normas claras sobre el uso de pantallas para proteger el bienestar emocional y social de los niños”, añadió la especialista.
Con la creciente presencia de dispositivos móviles y redes sociales, los adolescentes también se ven afectados por los efectos negativos de las pantallas. Houghan advirtió que los adolescentes prefieren interactuar a través de redes sociales en lugar de comunicarse cara a cara, lo que genera un distanciamiento en las relaciones personales.
Finalmente, la psicóloga aconsejó que los padres se involucren activamente en la vida digital de sus hijos para ayudarles a canalizar sus emociones de manera saludable.