Se cumplen 52 años del hundimiento de la lancha Pirizal, el trágico evento que se llevó la vida de más de 40 personas en el río Paraná. En la madrugada del 8 de enero de 1973, durante el regreso desde la capital misionera con destino a Encarnación, la lancha sufrió una explosión y comenzó a incendiarse. El suceso dejó un saldo de 39 muertos, 23 sobrevivientes y varios desaparecidos.
“El tiempo estaba muy feo pero no llovía. Salimos después de las 2 de la madrugada del puerto de Encarnación rumbo a Posadas. Era el último viaje de la noche y me tocó hacerlo. Venían unas 62 personas, aproximadamente”, relató a Canal 12 Domingo Amarilla Yunis, marinero de la Marina Mercante Paraguaya y conductor de la lancha.
“Hacía dos años que manejaba esa lancha, una lanchita muy bien preparada, muy bien construida, con seguridad. Tenía salvavidas y todos los elementos de salvataje que la Prefectura exigía. Ya al llegar a la mitad del río, tal vez la gente no supo comprender mis pedidos y del marinero (Bienvenido Céspedes) con el tema de los cigarrillos. De repente el motor, al parecer por problemas en el encendido, produjo una explosión”, recordó.
Apuntó que “asustada, la gente no se acordaba de los salvavidas, que estaban ahí a veinte centímetros por sobre su cabeza. Había unos 70 en la lancha”.

De forma continua, Yunis detalló que “los prefecturianos argentinos llegaron pronto y salvaron a mucha gente. Todo ardió rápidamente, aunque la explosión no fue muy grande y esa lancha nunca tuvo problemas antes de aquella madrugada”.
A 52 años del hecho, posadeños y encarnacenos recuerdan aquel dramático día de 1973 que se llevó la vida de más de cuarenta personas.