El emblemático músico fue asesinado un 8 de diciembre en la entrada de los apartamentos West Side, Estados Unidos. Mark David Chapman, uno de sus grandes fanáticos, fue el autor del crimen. Paul, Ringo y George lidiaron con el dolor de forma separada.
Poco antes de las once de la noche del día 8 de diciembre de 1980, Lennon ingresó a su casa junto a su pareja, Yoko Ono. En la entrada del edificio donde residía en la ciudad estadounidense de Nueva York, lo esperaba su asesino. Aquel lunes, el emblemático grupo se enteraría de la noticia que cambiaría todo.
Tras esperarlo por horas en la puerta de su casa e incluso pedirle un autógrafo, Mark David Chapman, de 25 años, se acercó a John Lennon y le dio cinco disparos de los cuales cuatro impactaron en su espalda. El artista cayó desangrado y murió minutos después camino al Hospital Roosevelt. Al día siguiente, Yoko Ono informó que no iban a realizar el funeral, y pidió a sus seguidores que rezaran por su descanso eterno.
¿Cómo se enteraron los Beatles de su fallecimiento?
Mientras estaba de vacaciones en las Bahamas, Ringo Starr se enteró de la trágica noticia. La hija de su esposa Barbara fue la encargada de informar al músico acerca de la muerte de su amigo. En una primera instancia, Starr creyó que Lennon estaba herido, pero cuando le confirmaron su deceso, se echó a llorar sin control.
Por su parte, Paul McCartney se enteró del hecho a través de su manager. Según contó el cantante en una entrevista, no recuerda exactamente cómo se lo dijo ni cómo reaccionó, pero Linda, su esposa, detalló que jamás había visto al músico con una expresión de dolor tan fuerte en su rostro.
Durante la madrugada de aquel 8 de diciembre, George Harrison recibió la llamada de su hermana quien, desde Estados Unidos, le contó que John Lennon había muerto. El multiinstrumentista creyó que se trataba de un mal sueño o una pesadilla. Colgó la llamada y siguió durmiendo. Horas más tarde, al despertar, supo que su pesadilla era realidad y que esa había sido su manera de lidiar con el dolor; no quiso aceptarlo.
Asesinato
Alrededor de las 22 horas del 8 de diciembre de 1980, Mark David Chapman disparó contra Lennon cinco veces. Cuatro de los disparos impactaron en la espalda del artista. Inmediatamente, lo trasladaron a la sala de emergencia del cercano Hospital Roosevelt. A las 23 horas confirmaron el deceso del integrante de los Beatles. Ese mismo día, en la tarde, Lennon había autografiado una copia de Double Fantasy a Chapman.
Al día siguiente, Ono emitió una declaración: «No hay funeral para John», y concluyó con las palabras: «John amaba y rezaba por la raza humana. Por favor, hagan lo mismo por él».
Su cuerpo fue incinerado en el Cementerio Ferncliff en Hartsdale de Nueva York. Ono esparció sus cenizas en Central Park, donde más tarde se creó el monumento conmemorativo Strawberry Fields.
Chapman fue declarado culpable por asesinato en segundo grado y condenado a cadena perpetua en prisión, con posibilidad de conseguir la libertad condicional pasados los veinte años de reclusión. A pesar de haber apelado en repetidas ocasiones, aún permanece en la cárcel.
