
“Dios lo quiso así”, dijo con la voz entrecortada Carmen Horodeski, una apostoleña que, desde el corazón del Vaticano, compartió en vivo su testimonio con Enterate, Esto Pasó, el ciclo que se emite por El Doce. En una videollamada cargada de emoción y fe, narró lo que vive desde la Plaza San Pedro, en un momento histórico y profundamente humano: el último adiós al papa Francisco.
No fue un viaje planeado para este fin. “Saqué los pasajes en febrero, la idea era ver al Papa con vida. Pero nunca imaginé estar acá para despedirlo”, relató Horodeski, con la mirada brillante y el alma desbordada. Ella, como tantos otros argentinos que se hicieron presentes en Roma, sintió el llamado. No sabe si fue casualidad o causalidad, pero lo cierto es que estaba allí, en el lugar y en el momento donde el mundo entero posaba sus ojos y su corazón.
La plaza estaba colmada desde muy temprano. “No sé si todos son católicos, pero están acá, reunidos por él, por Francisco. Hay muchos chicos de colegios, sacerdotes, religiosas…”, relató.
La misionera fue clara: “Lo primero que hice al entrar fue rezar por el eterno descanso del Papa. Me acordé de Misiones, de mi familia, de la Argentina entera. Que este momento sea una bendición para todos”.
En otro tramo de la entrevista, agradeció a sus hijos, quienes le regalaron el pasaje para cumplir el sueño de conocer la Ciudad del Vaticano. Y aunque el destino le deparó un encuentro distinto al que imaginaba, siente que su presencia en ese lugar sagrado es un regalo divino.
“Gracias y bendiciones para todos los argentinos, misioneros y apostoleños. Para mi familia, un beso grande”, concluyó.
Desde Roma, Carmen Horodeski nos recuerda que la fe traspasa fronteras, que el amor por el papa Francisco une y que, a veces, los momentos más grandes de la vida llegan cuando menos lo esperamos. Hoy, desde Misiones al mundo, una mujer sencilla se convierte en testigo de la historia.