Las clases de yoga, que se desarrollan en el Centro Cultural Vicente Cidade de Posadas desde hace 19 años, trabajan el autoconocimiento del cuerpo. Tienen por objetivo de lograr flexibilidad y calmar la mente. Este jueves, el taller cerró su 2024 con una sesión de cuencos tibetanos.
Desde el 2005, el Centro Cultural Vicente Cidade, ubicado en Belgrano y General Paz de la capital misionera, ofrece un espacio para la práctica de Yoga dos veces por semana. Las clases están a cargo de la instructora Silvina Ionescu, quien acompaña a cada alumna en su proceso.
En el taller se promueve el autoconocimiento como herramienta para acceder a las fuerzas curativas intrínsecas en cada persona. A la vez, conectar con la felicidad que brinda habitar un cuerpo saludable, flexible y fuerte, además de una mente calma.
Silvina busca que sus alumnos alcancen un conocimiento profundo y esencial de sí mismos, que disfruten de una vida plena y saludable. Las clases, que combinan propuestas variadas con ejercicios recurrentes, están diseñadas para integrarse en la vida cotidiana de los participantes.

Beneficios de las clases de yoga
Año a año los asistentes regresan porque sienten numerosos beneficios a nivel corporal y mental. Silvina Ionescu comentó que muchos participantes lograron disfrutar plenamente de sus vidas y se sienten dueños de sus cuerpos y movimientos. En algunos casos superaron limitaciones, por ejemplo, el Yoga los ayudó a trascender dolencias y restricciones físicas.
La instructora aseguró que los alumnos desarrollaron la disciplina necesaria para asistir regularmente y practicar en casa. Esto les permitió alcanzar un bienestar integral, por lo que se sienten relajados, flexibles, plenos y felices.
Para Silvina Ionescu, la práctica constante del Yoga facilita una movilidad más armónica y efectiva, que disminuye el riesgo de lesiones. Además, quienes lo incorporan a su rutina aprenden a conocer y utilizar al máximo sus capacidades.

Experiencias de los participantes
Algunas de las participantes del taller compartieron sus experiencias desde que se sumaron a las clases. Para Carmen P., las clases le brindan plenitud física y mental; mientras que para Norma W. es sinónimo de relajación, paz, armonía.
Carmen G. aseguró que encuentra conexión con la propia esencia y flexibilidad. Dory G. afirmó que logró salud física, mental y espiritual. Varias alumnas se sumaron al taller con el objetivo de realizar una actividad física. Con el tiempo encontraron un lugar para el bienestar físico y mental.
Cierre con cuencos tibetanos
La última clase del taller finalizó con una sesión de relajación acompañada de cuencos tibetanos, un obsequio de la reikista y facilitadora Rosa Silva. Este cierre fue una experiencia gratificante para todos.
Las clases de Yoga de Silvina Ionescu ofrecen beneficios físicos y mentales, y promueven un estilo de vida más saludable y consciente. Con los años se convirtió en un espacio único para quienes buscan mejorar su bienestar integral.