Se trata de un filme que aborda el post-horror desde la problemática de la violencia intrafamiliar. Las escenas son filmadas enteramente en la provincia. El proyecto había participado de un festival de cine de terror en Corea y fue elegido entre los mejores 20 proyectos del mundo, siendo el único representante de latinoamérica.
Marcada por un género que es tendencia en el mundo del cine, la película Mitra, se encuadra dentro de la brujería, chamanismo, influencias latinoamericanas de la magia negra, satanismo, y con una fuerte impronta en la selva misionera.
El significado del particular título se situó en lo oscuro y satánico, “algo que después fue reconstruyéndose”, adelantó en El Periodista la productora Yamila Barnasthpol junto a Desiré Salgueiro, actriz protagónica de la película.
Además de los géneros ficción, drama y gore, también aparece el post-horror, un subgénero del terror “utilizado para denunciar una problemática social”, destacó.
Un proyecto que lleva más de seis años
La producción recién tiene tres semanas de rodaje pero hace más de seis años que comenzaron a escribir el guión. Utilizaron distintos puntos de la provincia para la grabación, entre ellos Posadas, Villa Sarita, y Santa Inés, donde finalizarán la primera etapa de filmación este 25 de noviembre.
La última parte será en marzo del 2023, con una estimación de un año y medio para el gran estreno.
El filme tuvo un recorrido más que impresionante en cuanto a su desarrollo, ya que pasaron por varias clínicas y laboratorios de guion para fortalecer esta historia.
Cabe mencionar que el proyecto fílmico a cargo de productores y guionistas misioneros participó de un festival de cine de terror en Corea donde fue elegido entre los mejores 20 proyectos del mundo, siendo el único representante de latinoamérica.
Una película que nació por un femicidio
El disparador de la historia originalmente se dio a través del caso de Horacelia Marasca, un femicidio sucedido en 2015 en Posadas, Misiones. Los restos de la joven de 16 años y madre de un bebé de siete meses, fueron encontrados en bolsas de consorcio ocultas en distintos sitios al oeste de la ciudad. La joven había denunciado en dos ocasiones a su pareja por violencia.
“Empezamos a hablar de los femicidios, y así se fue armando la historia”, destacó la productora.
