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Written by 7:32 pm Sociedad

Con elementos reciclables fomenta la práctica deportiva en los barrios

Brinda clases de básquet mixto en la cancha Guazupi de Posadas. Encontró en el reciclaje una alternativa a la hora de enseñar. El compañerismo y la humildad son los principales valores que elige transmitir.

El deporte como un lugar de refugio. Así percibe Nahuel Olmedo al básquetbol, la actividad que practicó durante su infancia y hoy enseña a niños y jóvenes. Con 23 años, el estudiante del profesorado de Educación Física decidió dar clases en la cancha de su barrio. Aros de papel y cajas de leche como cono son los elementos que eligió reciclar, para llevar adelante la disciplina.

“Curso el cuarto año de la carrera de Profesorado de Educación Física. Hace un año y medio arranqué a dar clases en la cancha Guazupi, de ese barrio”, dijo a canal12misiones.com Olmedo, quien desde pequeño se convirtió en un apasionado del deporte. Cuando comenzó con las prácticas profesionales de la facultad, Olmedo decidió que quería perfeccionar su trabajo a través de la enseñanza en clubes o canchas. “Pensé que era bueno enseñar a algunos chicos. Eso iba a servir para mejorar mi forma de enseñar”, manifestó.

En ese momento, Olmedo cursaba la materia de básquet. Para desarrollar aún más su habilidad, por las tardes practicaba en la cancha del barrio Guazupi. “Un día voy y había un chico. Veo que estaba haciendo una entrada en bandeja, pero lo hacia de forma incorrecta. Me acerco a él y lo corrijo. Ahí lo invito para que vaya los días que iba a jugar al básquet en esa cancha”, contó el estudiante sobre cómo consiguió el primer alumno.

Nahuel Olmedo.

El inicio de la escuelita

Con pocos materiales, pero muchas ganas, el futuro docente vio al reciclaje como una alternativa a la hora de enseñar. “Conseguí cajas de leche, compré témpera, pintaba y usaba eso como conos. También agarré una caja grande de una tele, de un plasma, le hice unos huecos, pinté e hice con eso un juego de coordinación y puntería. Después hice aros con papel”, narró Olmedo. Hasta ese momento no contaba con una una pelota de básquet para brindar clases. Aún así, la iniciativa y la voluntad fueron más fuertes.

Los elementos con los que Olmedo comenzó a dar clases.

La única pelota que teníamos era una de un alumno. Él siempre llevaba. Con eso daba los clases. Al no contar con todos los elementos, más que nada daba juegos y trabajo de motricidad básica, de saltos, punterías. No estaba tan relacionado con el básquet porque no teníamos los materiales”, explicó.

Al tiempo, los padres del barrio, quienes acompañaban cada tarde a sus hijos, vieron el interés de Olmedo por fomentar el deporte. “Se acercaban y me decían que les gustaba mucho el trabajo que hacia. Me pidieron que siga y me ofrecieron ayuda económica que me sirvió para comprar los materiales”, contó. Así comenzó a comprar algunos elementos y se sumaron más chicos. “Ahí me di cuenta que esto funcionaba y que podía ser un proyecto a largo plazo“, agregó.

Crear oportunidades

Olmedo juega al básquet desde pequeño. Con el tiempo y al adquirir conocimiento y formación, notó que este deporte se perdía en los barrios. “Quería brindar los conocimientos y la experiencia que tuve cuando era niño. Ahora ya tengo 30 alumnos que van desde los seis hasta los trece años, de forma mixta“, apuntó emocionado.

En la actualidad, la escuela cuenta con más de 30 alumnos

En cuanto a la importancia de la práctica barrial, el profesor explicó que es un refugio a las alternativas negativas. “Aleja de muchas cosas malas que también están en el barrio. Cuando era más chico y me veía en situaciones donde podía aceptar influencias malas, siempre el básquet me sacaba de ese lugar. Siempre tenía la mentalidad de llegar a ser un buen jugador y eso te lo brinda el deporte”, relató.

Para Olmedo, es fundamental transmitir los valores del compañerismo y la humildad. Como también el cuidado de la salud, un aspecto clave para los más pequeños. “El sedentarismo es un gran problema hoy en día. Es lindo brindar clases de deportes en los barrios, que los chicos hagan una actividad, que trabajen su motricidad y su sistema cognitivo“, advirtió.

De los barrios al deporte profesional

Olmedo recordó que muchos de los grandes deportistas salieron de las canchas de barrio de Argentina y otros países Latinoamericanos. Por su parte, mencionó que admira a Facundo Campazzo y Manu Ginobili.

El profesor enseña hace más de un año en la cancha Guazupi.

Recibirse y ser un gran docente son los sueños de Nahuel Olmedo. Espera transmitir conocimientos que marquen a los jóvenes en su trayectoria deportiva. “Me gustaría llegar al tope de capacitaciones de entrenador. También, que este club funcione y pueda sacar varios jugadores que puedan dedicarse a ello”, expresó.

En la actualidad, Olmedo brinda clases mixtas a más de 30 chicos en la cancha Guazupi. Con pasión y ganas, supo desarrollar la actividad desde cero. En el deporte barrial, el futuro docente encontró un lugar de refugio que fomenta los sueños y la perseverancia.

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