Jonatan Uniizony obtuvo el primer premio en el concurso provincial. Su elaboración resultó la más rica. Texturas y sabores mezcladas con historias familiares y mucha emoción en la segunda edición del evento.
Comienzan a palpitarse las fiestas de fin de año y hay preparaciones que marcan el inicio de la época. Una de ellas es el tradicional bizcocho de Navidad: con y sin frutas, de chocolate y pasas. Las opciones son muchas y todas concursaron el lunes 12 en Oberá.
En el marco del 2do concurso provincial del pan dulce navideño, Jonatan Uniizony se consagró con el plato más rico. La competencia se realizó en el Parque de las Naciones y el joven participó en la categoría amateur. Según contó, la receta le pertenece a su abuela, quien luego se la compartió a su mamá y ésta a él.
“No me esperaba ganar. Tuve una gran devolución de parte del jurado y fue muy emotivo mostrar lo que se vive en mi familia durante la Navidad”, manifestó emocionado. Además de los ingredientes de todo pan dulce, la preparación de Jonatan lleva un agregado especial: la unión del compartir.
Cuando su madre adquirió la receta, le hizo algunas modificaciones. La más significativa es su forma de estrella, de ahí su nombre de fantasía Estrella de Belén. Tiene cinco puntas y lleva dulce de membrillo en su interior. Además, está decorado con chocolate y azúcar impalpable.
“En mi familia el pan dulce es grande. Somos muchos y en las fiestas siempre hay mucha unión. Se trata de que todos puedan probarlo”, cerró Uniizony.
