Cada 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de las personas con Síndrome de Down, establecido por la Organización de las Naciones Unidas. Desde 2022, Misiones tiene un ley que garantiza la atención multidimensional, el acompañamiento y la plena inclusión de estas personas.
La ley busca favorecer la inclusión laboral a través de políticas activas. Además de brindar asesoramiento y acompañamiento personalizado a las personas con síndrome de Down, sus familias y cuidadores. En este sentido, el acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

Entre los objetivos de la iniciativa se destaca la importancia de garantizar la detección temprana del síndrome de Down. Además del tratamiento de las afecciones asociadas; la estimulación temprana y las terapias indicadas para potenciar el desarrollo cognitivo, físico, emocional y social desde el nacimiento. Además de promover la inclusión educativa a través de estrategias pedagógicas diversificadas, y la asignación de recursos y de profesionales especializados.
Informar y sensibilizar sobre el Síndrome de Down
Así también, la propuesta legislativa plantea informar y sensibilizar a la comunidad sobre esta condición genética. Por otro lado, se busca promocionar la formación y capacitación de los profesionales de la salud sobre detección temprana y tratamiento especializado de afecciones asociadas al síndrome de Down.
En los fundamentos del proyecto, el diputado y autor del proyecto, Carlos Rovira, expresó que el objetivo es “la atención integral y plena inclusión de las personas con síndrome de Down. Siempre abordando de forma pormenorizada y precisa cada una de las necesidades, en todas las etapas de la vida. De esta manera, se potencia sus competencias intelectuales, de salud, laborales, emocionales y habilidades sociales”.
Asimismo, destacó que “en la actualidad no quedan dudas que el síndrome de Down no es una enfermedad ni un padecimiento, sino una condición de vida que tiene la persona desde la concepción, y que, con la asistencia interdisciplinaria y el acompañamiento a las familias de la misma, ésta puede desarrollar de manera significativa sus competencias y habilidades desenvolviéndose en la vida de manera autónoma, con responsabilidad y tenacidad”.