Los divorcios conflictivos representan un desafío para los padres, y especialmente para los hijos, quienes muchas veces quedan atrapados en medio de las disputas. En este marco, en diálogo con Canal 12, la psicóloga María Alejandra Redero señaló que los adultos tienen la responsabilidad de preservar la integridad emocional de los niños en estas situaciones.

“Exponerlos a conflictos puede traer secuelas emocionales, por lo que es esencial actuar con cuidado y protegerlos”, explicó la especialista en salud mental. Asimismo, aseguró que una de las recomendaciones fundamentales es no involucrar a los hijos en temas de pareja.
Según la profesional, existen asuntos que son exclusivos de los adultos y mantener esa barrera es crucial para que los niños no asuman roles que no les corresponden. “Cuando se pierde la confianza en los padres, es muy difícil recuperarla”, advirtió.

Además, destacó la importancia de buscar ayuda profesional en casos complejos, no necesariamente como un tratamiento, sino como una guía para manejar la situación.
Divorcios conflictivos: el rol de los medios y la exposición pública
La psicóloga también reflexionó sobre el impacto que pueden tener los divorcios mediáticos, como el de Wanda Nara y Mauro Icardi. “Los niños pueden ver el nombre de sus padres en los medios y eso los expone de forma innecesaria”, dijo. En estos casos, recomendó que tanto los padres como los medios actúen con responsabilidad para proteger la intimidad y el bienestar de los menores.

Por otro lado, abordó la forma de introducir nuevas parejas después de una separación. Aconsejó que el proceso sea gradual y acompañado de un diálogo abierto con los niños.
“Es importante que comprendan que la separación no significa la desaparición de los roles maternos y paternos”, sostuvo. Según la especialista, si los niños perciben que sus padres están más felices y tranquilos en una nueva relación, la adaptación suele ser más sencilla.

Además, puntualizó que un aspecto clave es hablar con sinceridad y utilizar un lenguaje sencillo para explicar la situación. Según Redero, los niños suelen mantener la fantasía de que sus padres volverán a estar juntos, por lo que la claridad es fundamental para ayudarlos a aceptar la nueva realidad.
También, resulta común que experimenten emociones intensas, como enojo hacia uno de los progenitores, lo que refuerza la necesidad de contar con el acompañamiento de un profesional.
Finalmente, la especialista reiteró que proteger a los hijos en un divorcio conflictivo es una tarea compleja, pero indispensable. “Los padres deben priorizar el bienestar emocional de sus hijos y evitar situaciones que puedan dañarlos”, concluyó.