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El rol estratégico de las mujeres en las fuerzas

Ellas son quienes están al frente de la jefatura del Servicio Penitenciario Provincial, en la Dirección de Asuntos de Familia y Género, en Cibercrimen, en el 911 de Oberá y en la Unidad Regional de Jardín América, por parte de la Policía de Misiones.

Por Héctor Núñez y Florencia Bueno

Una profesión, un desafío, un sueño cumplido, una vocación y hasta un “espacio ganado”. Para las protagonistas de hoy, se trata de esto y de mucho más. Ellas forman parte de las áreas más estratégicas de las fuerzas de seguridad donde abren camino en base a formación, trayectoria y capacidad académica de transmitir lo que saben. Con más de 20 años de experiencia, todas tienen algo en común: son parte de las primeras promociones de oficiales mujeres, tanto de la Policía como del Servicio Penitenciario Provincial.

Del patrullaje al monitoreo

Hace unos días, en el marco de la inauguración de la división Centro de Operaciones 911 de Oberá, sobresalió la figura de la comisario inspector Natalia Suárez a quien, en el mejor momento de su carrera, le llegó la posibilidad de comandar uno de los centros operativos más importante de la provincia.

Natalia Suárez no dudó en afirmar que “es un lindo desafío, es un lindo destino”. Es la actitud superadora de alguien que, por haber patrullado y caminado, conoce casi a la perfección todo el ámbito de la Unidad Regional II. Su gran capacidad de gestión e interacción con los vecinos, lo potenció desde sus primeros años como novel oficial en los municipios de Oberá, Mártires y Campo Ramón.

Combatir los delitos de este época

Hablar de Cibercrimen es hablar de Sandra Marylin Ozuna, que es requerida muy a menudo por los medios de comunicación, porque es experta en abordar los temas delictivos virtuales de esta era. Lamenta que deba actuar sobre los casos consumados (por ejemplo de estafas), aunque celebra cada hecho que se pueda evitar en base a la diversidad de actividades preventivas que promueve desde su área.

Esta área, dedicada a combatir los delitos informáticos, tiene a la cabeza a dos mujeres, la comisario mayor Sandra Ozuna y a la comisario María Rosa Aquino. Ambas comandan un grupo de expertos, no solo en el abordaje de los hechos, sino también en la capacitación permanente. Estas actividades llegan incluso a las escuelas de toda la provincia.

María Rosa Aquino y Sandra Marylin Ozuna, en la Dirección Cibercrimen

Otro de los temas recurrentes, en la agenda diaria, son los relacionados a las violencias. Para tratarlos, la Provincia cuenta con innumerables herramientas, en cuanto a recursos humanos y logísticos. En la actualidad, ya no preocupan estas situaciones sino que ocupan a los profesionales del rubro.

Parte de ellos están en la Dirección Asuntos de Familia y Género de la Policía. En esta dependencia también hay dos mujeres al frente: la comisario general Alicia Romero y la comisario Silvia Romero.

El equipo de Asuntos de Familia y Género, liderado por Alicia Romero y Silvia Romero

El currículum de Silvia Romero incluye además la labor en lo que fue la Dirección de Tránsito -ahora Seguridad Vial-; también fue instructora en el ex Isfotep -hoy Universidad de las Fuerzas- y dependencias de la Unidad Regional 10.

Actualmente Silvia se vale de esa experiencia y de su formación específica, al momento de tomar cartas en cada diligencia policial y judicial, que en el 99% de los casos son sumamente sensibles. “No queda otra que comprometerse, hay que ponerse del lado de las personas que acuden a nosotros”, enfatizó Romero cuya área articula acciones con todas las comisarías y el Poder Judicial.

La detective

Por su parte, la subcomisario Noelia Jara, fue noticia semanas atrás apenas recibió el título que la avala como flamante detective, así como a su camarada María Victoria Pereyra Lago. Son las únicas en la fuerza policial.

Noelia Jara es oriunda de Jardín América y lleva casi 19 años de servicio. “Arranqué allá por el año 2004. Me desempeñé en distintas áreas de la Unidad Regional 9; fui jefa de la Comisaría de la Mujer de Jardín América, como también de la Comisaría en Santo Pipó, y actualmente me desempeño en la división Bio-system, prensa y difusión de mi ciudad natal”.

Bio-System es un moderno dispositivo de base de datos, incorporado por la Policía de Misiones hace varios años, que permite registrar huellas dactilares y conocer en el acto si la persona identificada posee antecedentes penales o pedidos de captura.

Las detectives Noelia Jara y María Victoria Pereyra Lago. © Sixto Fariña.

Penitenciaria e hija de un policía

La alcaide general Valeria Mereles, subdirectora del Servicio Penitenciario Provincial, sintió la vocación desde antes de ir a rendir para su ingreso a “su querida institución”. “Mi papá fue suboficial de Policía y con él nos tocó vivir en distintas localidades por razones de su servicio. Entendí desde chica lo que significaba ser parte de una fuerza”.

La subdirectora general del Servicio Penitenciario Provincial, Valeria Mereles

Visiblemente emocionada, Valeria contó que nació en Aristóbulo del Valle, localidad donde su padre también se desempeñó en el marco de aquellos inolvidables operativos en zonas de colonias.

Antes de llegar a su cargo actual, Valeria Mereles hizo gran parte de su carrera en la Unidad Penal V de Mujeres, también pasó por Loreto, por la UP-IV y fue jefa de Régimen.

Mereles es parte de una fuerza donde las mujeres al mando ya no son motivos de novedad, ya que dieron el gran salto, años atrás, con la asunción de Nilda Correa como jefa máxima de esta fuerza. También en la actualidad tiene a varias alcaides como titulares de unidades penales y anexos.

Lugar ganado

Ozuna, que prefiere que la llamen Marylin, es comisario mayor y junto a Natalia Suárez son de la primera promoción de oficiales mujeres de la Policía. Con casi 24 años de trayectoria, son parte de la evolución institucional en varios aspectos como el de género. “Entendemos que llegamos hasta acá por nuestra capacidad, y este logro no es más importante, por el género, sino porque, al igual que los hombres, también merecemos seguir creciendo. Trabajamos en equipo, nos complementamos”, reflexionó Ozuna, quien además de vestir el uniforme policial, es docente universitaria en tecnologías.

En sintonía, también se mostró Noelia Jara quien recordó que como jefa de la comisaría de Santo Pipó le tocó tener a cargo a 22 hombres. “Jamás tuve problemas”, dice sobre su paso por esta jefatura, en el que destacó la igualdad y el marco de respeto laboral. “El hombre respeta a la mujer que es oficial superior; al principio costaba un poco o eran reacios a que una mujer dé una orden, pero a mí no me pasó. En mi caso siempre me trataron con respeto”.

“Depende de uno”

Valeria Mereles coincidió con sus camaradas de la Policía y consideró que sus logros los obtuvo por “lo que soy como trabajadora, como persona y como penitenciaria, más allá de ser mujer”.

Al fin y al cabo, la alcaide general del SPP cree que para crecer en esta profesión “depende de uno. El esfuerzo es de uno y nadie tiene que darte ese lugar. Te lo ganás vos”.

Fotos: Sixto Fariña

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