Lanzar campañas donde las modelos y las prendas son creadas por IA es solo uno de los usos que se hace de esta tecnología, todavía en desarrollo y con infinitas posibilidades para el sector.
En marzo, Levi’s sorprendía con una iniciativa inesperada que confirma el horizonte repleto de posibilidades que la inteligencia artificial brinda a la industria de la moda. La histórica marca de vaqueros se sumaba a la fiebre por esta tecnología al anunciar que, desde finales del presente año, empezarán a complementar modelos tradicionales (de carne y hueso) con avatares desarrollados por herramientas de inteligencia artificial. En su caso, la colaboración será con la compañía Lalaland.
En teoría, estas modelos digitales se utilizarán para el catálogo, no para las campañas y con el objetivo de fomentar la diversidad. Las críticas no se hicieron esperar y la pregunta central del debate giraba en torno a la cuestión de si la profesión de modelo podría verse amenazada cuando la democratización en el uso de la IA sea total.
Campañas de moda creadas con IA
Diego G. Carpintero, diseñador 3D y docente de máster en el Instituto Europeo di Design de Madrid (IED) augura que la IA ha llegado al mundo de la moda para quedarse y que, lejos de ser una moda pasajera, “es una tecnología muy nueva que no ha hecho más que empezar”.
En este contexto de auge de la IA, se ha celebrado la primera semana de la moda de la inteligencia artificial, bautizada como AI Fashion Week, por su nombre en inglés y celebrada entre el 20 y 21 de abril en Nueva York. El evento, cuya repercusión ha sido limitada y tenía más de competición entre diseñadores emergentes que de semana de la moda como tal, puso el foco en la simbiosis entre la creatividad “humana” y el potencial de la inteligencia artificial.
El experto, que ha realizado vestuario digital 3D para firmas como Zara, Massimo Dutti o Adidas, compara las posibilidades de revolución de la herramienta con “la irrupción del Excell en el mundo de las finanzas”. Además de Levi’s y sus futuros avatares digitales, encontramos otros ejemplo de cómo la IA ha irrumpido con fuerza entre las marcas, sobre todo aquellas conectadas de forma más estrecha con las generaciones jóvenes. Es el caso de Stradivarius.
El sello de Inditex presentó hace escasas semanas una campaña creada por completo con inteligencia artificial, desde las prendas hasta las modelos. Como decíamos, una de las conversaciones recurrentes en torno al uso de este tipo de herramientas tiene que ver con cómo influirán en ciertas profesiones. Carpintero descarta que pueda ser una “amenaza directa” para modelos, fotógrafos o incluso diseñadores ya que, en su opinión, “no es tanto que la IA haga lo que tú quieres como que te guste y adaptes a lo que va generando. Ahí es donde la función de modelos y fotógrafos no es reemplazable”.
Una opinión diferente encontramos en The Business of Fashion, publicación que pontificaba en un artículo publicado el pasado mes de abril, que no solo podría cambiar el número de trabajos ofertados en ciertas áreas (el medio alude a perfiles de copywriters, diseño o creación de contenido), sino “la forma en que estos trabajos serán desempeñados”, haciendo uso de nuevas tecnologías.
Pero, ¿de qué otras maneras puede la IA introducir cambios sustanciales en el sector de la moda tal y como lo conocemos? ¿En qué sentido puede beneficiar al consumidor? ¿Puede contribuir de algún modo a reducir el impacto de la moda en el medio ambiente, uno de los grandes quebraderos de cabeza de la actualidad? “La inteligencia artificial puede abrir un abanico de nuevas ideas asombroso, sobre todo para el desarrollo de producto es sus fases iniciales, en la de diseño”.
De momento, el principal obstáculo o desafío de las firmas que empiezan a experimentar con la IA tiene que ver con la posibilidad de materializar aquello que se desarrolla vía IA, a veces imposible por cuestiones técnicas o financieras. “Transformar lo virtual a lo físico será un reto para las marcas”, apunta el docente.
Un horizonte de posibilidades infinitas
Por otro lado, conviene destacar la integración de las IA en procesos cuyo impacto no resulta tan visual o tan fácil de identificar por el público general como puede ser el de lanzar una campaña ideada a partir de esta tecnología. Es el caso de Zara y la implementación de sistemas de inteligencia artificial en su estrategia de negocio a partir de plataformas.
Por ejemplo, pueden predecir el comportamiento de los consumidores, según recogía la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) en uno de sus artículos. Sin olvidar su uso en servicios de atención al cliente completamente automatizados o en cuestiones relacionadas con la cadena de montaje.
¿Cómo se pueden ver beneficiados los consumidores?
Aparte de la mejora en la experiencia de compra del cliente, “el consumidor final irá descubriendo cómo la IA irá cambiando algunos de los diseños de los productos que consume habitualmente, calzado, accesorios, ropa, etc…”, pronostica Carpintero sobre las posibilidades casi ilimitadas que podrían tener los clientes en materia de diseños al calor de la IA.
El presente está en constante cambio y el interés hacia herramientas como Chat GPT (la inteligencia artificial desarrollada por OpenAI), el desarrollo de la Web3, la irrupción por todo lo alto de los NFT en la moda, el metaverso (con una fashion week propia desde marzo de 2022)… refleja el horizonte cambiante hacia el que se adentra una industria más inmutable de lo que parece. Y posiblemente ni las predicciones más certeras podrán imaginar cómo se articulará la moda a lo largo de los próximos años.
Fuente: Elle
