Genaro Báez es un joven misionero cuya pasión es el rugby. Recientemente le diagnosticaron una enfermedad neurológica, el síndrome de Guillain-Barré, y ahora apuesta todo en su recuperación, impulsada por el deporte que ama.
Se trata de una enfermedad autoinmune que provoca la parálisis de las extremidades. Cuando los médicos del Hospital Favaloro le indicaron lo que padecía, permaneció casi un mes en coma inducido.
“Me levanté y no entendía nada. Todo lo que soñaba parecía real. Tenía un tubo conectado, pero en mi mente eso era como un balazo”, manifestó el joven.
El amor de Genaro por el rugby nació cuando tenía apenas cuatro años de edad: “Desde ese momento no pude dejarlo. Ahora estoy siempre al lado del banco de suplentes, pero quiero volver a jugar”.
Según relató su madre, Claudia, en un principio creyeron que se trataba de dengue pero la situación del muchacho iba desmejorando paulatinamente.
“Genaro quedó cuadripléjico, no podía moverse. Sólo hablaba. Ahí fuimos al Favaloro y el doctor que lo atendió nos dijo que tenía una enfermedad neurológica”, contó.
Ahora se encuentra cumpliendo con todas las indicaciones médicas para su tratamiento, impulsado por el deporte que tanto ama y que sueña con volver a practicar.
ABV
