Según estudios, en 20 años se mantuvo estable la cantidad de ocelotes en la zona Norte de la provincia. Estiman que existen unos 250 ejemplares en esta área, mientras se preparan para cotejar el número en las otras zonas.
Los ocelotes conforman el grupo más numeroso en la selva paranaense y se espera que siga en aumento, conforme avance el relevamiento en toda la provincia. Esta información fue verificada a través de una investigación que lleva adelante María Paula Cruz, doctora en Ciencias Biológicas, quien estudia la población de felinos en Misiones
Actualmente, en la zona Norte hay unos 250 individuos, según la investigadora del CONICET que también forma parte del Proyecto Yaguareté. “Es una especie muy sensible a la pérdida del bosque nativo y está considerada actualmente como vulnerable a nivel nacional”, indicó.
El ocelote
Este felino pesa entre 7 y 15 kilos y las hembras pueden gestar entre una y cuatro crías. Su distribución actual es Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, Salta, Tucumán y Misiones. También es conocido como gato onza y es el tercero en tamaño después del yaguareté y el puma.
El ocelote se encuentra en estado vulnerable debido a la pérdida y degradación de su hábitat, caza ilegal y atropellamiento en rutas. Desde 2003 el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA), Proyecto Yaguareté y CONICET comenzaron los relevamientos con cámaras trampa enfocados en yaguareté principalmente. Sin embargo, siempre tuvieron en cuenta a los otros felinos. En ese tiempo hubo 2.500 registros de ocelotes.
El sueño de venir a Misiones
María Paula Cruz es oriunda de la ciudad de Buenos Aires. Allí estudió biología hasta que se le presentó la oportunidad de venir a la tierra colorada. “Siempre quise venir a Misiones a trabajar con los felinos. En 2008 no dudé en sumarme como voluntaria. Luego hice mi tesis de grado en el marco de un trabajo del Proyecto Yaguareté con datos del tapir”, contó.
Así fue que en 2010 se instaló en Puerto Iguazú. Entre 2012 y 2017 hizo el doctorado relacionado a los felinos chicos y avanzó luego con un posdoctorado acerca del ocelote.
Aprovechó el material que habían registrado sus colegas desde el 2003 y analizó al gato onda. El trabajo de Cruz, llamado Ecología espacial y poblacional del ocelote (Leopardus pardalis) en Bosque Atlántico de Misiones, determinó, por ejemplo, que los machos usan territorios más grandes que las hembras. También registró que había ejemplares que llegaban a vivir once años y que había individuos que habitaban siempre en el mismo territorio, mientras que otros se desplazaban en algún momento de su vida.
Junto con la investigadora trabajaron en el proyecto los doctores Agustín Paviolo, Mario Di Bitetti y los veterinarios doctores Juan Arrabal y Sebastián Costa.
“Ahora la idea es comparar la información de esas áreas con la de otras donde el bosque ha sufrido fragmentación, para saber cómo está la población de ocelotes”, sintetizó la bióloga. A la par, lleva adelante la investigación Qué mamíferos usan los yerbales. Para eso trabaja en la instalación de cámaras trampa en cultivos tradicionales y con forestaciones para identificar qué especies usan como corredor a los yerbales.
