El control de aceite, agua y aire es fundamental en la previa a la escapada por el finde largo. Podés chequearlo en casa o acudir a un taller mecánico.
En pleno fin de semana largo en todo el país, muchos turistas aprovechan para recorrer los atractivos de la provincia. Sin embargo, antes de aventurarse a la ruta, es de suma importancia realizar un control del vehículo para garantizar la seguridad y evitar inconvenientes que podrían haberse prevenido.
El adecuado mantenimiento es esencial para evitar contratiempos y salvaguardar la vida de los pasajeros a bordo. Por eso, estos son los tres controles fundamentales que podés hacer desde casa o solicitarlos en el taller mecánico. Se tratan de los controles de aceite, agua y presión en los neumáticos.
Control de aceite
El lubricante es vital para el motor. Antes de viajar, es necesario que revises el nivel del aceite y su calidad. Si es bajo, debe añadir más líquido hasta alcanzar la marca indicada en la varilla de medición.
Además, es importante verificar que no esté contaminado o viejo, ya que esto puede comprometer el rendimiento y la durabilidad del motor. Si se detecta una anomalía, la mejor opción es acudir a un taller para realizar, en caso de ser necesario, un cambio de aceite y filtro.
Control de agua
El agua le sirve al motor para mantenerse fresco. El sistema de enfriamiento del vehículo utiliza agua y refrigerante, y sirve para evitar el sobrecalentamiento. Revisá el nivel de agua en el radiador y el depósito de expansión. De ser necesario, agregá agua destilada o refrigerante según las especificaciones del fabricante.
Es importante inspeccionar visualmente si hay fugas o signos de corrosión en las mangueras y conexiones del sistema de enfriamiento. En caso de anomalías, se aconseja visitar un taller para las reparaciones que se requieran.
Aire en los neumáticos
La presión correcta te garantiza un viaje seguro. Los neumáticos son los únicos puntos de contacto entre el vehículo y la ruta, por lo que su buen estado y presión son cruciales. Verificá la presión de las ruedas con un manómetro o visitá un taller o una estación de servicio, donde podés inflarlos gratuitamente.
La presión debe ser la misma en todos los neumáticos, incluido el de repuesto. Examiná si alguna rueda presenta desgaste excesivo, cortes o deformaciones antes de emprender camino o acudí a un taller para hacer el cambio o reparación correspondiente.
Estos tres controles son básicos para prevenir incidentes mecánicos y asegurarte una experiencia segura y placentera. Además de estos tips, es necesario que realices un chequeo general del vehículo en un taller de confianza, donde se puedan revisar otros aspectos fundamentales como los frenos, las luces y la batería.
