Lucila Gatti marcó un paso importante en la historia del Instituto Superior Espíritu Santo (ISES), por ser la primera mujer en graduarse en la Tecnicatura Superior en Desarrollo de Aplicaciones y Páginas Web. Su esfuerzo y dedicación fueron reconocidos, ya que recibió el Premio Melchora Caburú 2024. Esta distinción destaca su papel pionero en un sector donde la representación femenina sigue siendo limitada.

La misionera Lucila Gatti encontró su vocación en el mundo de la tecnología hace ya cinco años. Su interés por la informática comenzó cuando una amiga le habló de la nueva Tecnicatura en Desarrollo de Aplicaciones y Páginas Web, que se ofrecía en el Instituto Superior Espíritu Santo (ISES). A pesar de las dudas iniciales sobre sus posibilidades laborales como mujer en un sector tradicionalmente dominado por hombres, decidió inscribirse.
“El primer año fue relativamente fácil porque venía del profesorado de matemáticas y algunos contenidos, como lógica, me resultaban familiares. Sin embargo, la programación fue un verdadero desafío”, comentó Gatti en una reciente entrevista con Canal 12. Con el apoyo de sus profesores y compañeros, logró superar las dificultades y convertirse en la primera mujer en completar la tecnicatura.

Ser la única mujer en un aula llena de hombres no fue tarea sencilla. “Me acostumbré, pero fue notorio ser la única chica en la cursada. Aún así, valió la pena”, reflexionó. Hoy, no solo es un ejemplo de perseverancia, sino también una inspiración para futuras generaciones de mujeres que desean ingresar al campo tecnológico.
Reconocimiento en los Premios Melchora Caburú 2024
El esfuerzo de Lucila Gatti no pasó desapercibido. Su nominación a los Premios Melchora Caburú 2024, que celebra a mujeres pioneras y sus contribuciones en diversos campos en Misiones, es un reconocimiento al impacto de su desempeño en la industria del desarrollo de software. Estos premios no solo resaltan logros individuales, sino que también fomentan la visibilidad de las mujeres en sectores clave como la ciencia y la tecnología.
“Soy solo una representante de todas mis colegas, porque cada día luchamos por un lugar en el mundo de la informática”, expresó Gatti al respecto. En la ceremonia de entrega de premios, que tuvo lugar el 6 de octubre en el auditorio Tierra sin Mal, agradeció especialmente al equipo que la acompañó en su camino, y subrayó la importancia de abrir espacios para que más mujeres puedan seguir sus pasos. “Este premio es un ejemplo para el futuro. Muchas chicas me preguntan cómo empecé, si fue difícil, y yo siempre les digo que solo hace falta animarse”, añadió.
El rol de las mujeres en la industria tecnológica
El reconocimiento de Lucila Gatti cobra aún más relevancia al considerar las barreras que enfrentan las mujeres en el sector tecnológico. A nivel mundial, menos del 20% de los profesionales en áreas técnicas de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son mujeres. En este contexto, el logro de la joven representa un avance hacia la igualdad de género en un sector con brechas históricas.
Lucila Gatti es consciente de los desafíos que implica ser una mujer en la tecnología, pero también reconoce la importancia de contar con referentes femeninos. “Todavía hay una gran diferencia en términos de representación, pero cada vez somos más las mujeres que estamos abriéndonos camino. Es fundamental que más chicas se animen a estudiar carreras técnicas y vean que hay oportunidades para nosotras también”, explicó.
Su historia refleja el cambio que se está gestando en la industria tecnológica, donde las mujeres están tomando roles protagónicos, desafiando los estereotipos y demostrando que tienen el mismo talento y capacidad que sus colegas varones.
El futuro de Lucila: seguir aprendiendo y compartiendo su experiencia
A pesar de su éxito, Lucila no se detiene. Actualmente, trabaja en el área de sistemas de información de la Municipalidad de Posadas, donde continúa desarrollándose profesionalmente. Además, planea seguir estudiando para mantenerse actualizada en un campo en constante evolución.
“Como decía mi profesor Daniel Lager, la programación no tiene techo. Siempre hay algo nuevo que aprender. Mi próxima meta es estudiar ciberseguridad, porque creo que es un área que va a seguir creciendo y donde quiero especializarme”, adelantó Lucila.
Más allá de sus planes personales, su historia es una fuente de inspiración para otras mujeres. Cada vez son más las que la contactan a través de redes sociales para pedirle consejos o compartir sus propios desafíos en el camino hacia una carrera en tecnología. “Me llena de orgullo poder ayudar a otras chicas. Mi mayor deseo es que más mujeres se animen a ingresar a este mundo y que, con el tiempo, la brecha de género en la tecnología se vaya reduciendo”, concluyó.
Un referente para futuras generaciones
La historia de Lucila Gatti es una muestra de que, con esfuerzo y dedicación, es posible romper barreras y abrirse paso en sectores donde tradicionalmente las mujeres han sido subrepresentadas. Su nominación a los Premios Melchora Caburú 2024 celebra su esfuerzo y envía un mensaje poderoso: el futuro de la tecnología también les pertenece a las mujeres.