Es bibliotecaria y archivista profesional. Se dedica a restaurar ejemplares literarios, aún aquellos de siglos pasados, en su clínica de libros ubicada en Villa Cabello. Cuando el amor por la lectura se convierte en un trabajo.
Amar la lectura, restaurar y atesorar obras literarias forman parte de la vida de Nancy Cañete, quien no se conformó con ser bibliotecaria y licenciada en archivología. Fue por más y creó una clínica de libros, que funciona hace casi 20 años, en el barrio Villa Cabello de Posadas. Allí le da una segunda vida a ejemplares literarios.
La historia de Nancy Cañete es digna de ser contada en el día mundial de la poesía. No es el género que quizás ella elija en sus mejores momentos de lectura, ya que ahora se inclina por las novelas. Sin embargo, sabe del valor de lo escrito más allá del género o el autor. Se tratan de libros y considera que es importante preservarlos para siempre. Nancy, quien cumplirá 60 años en poco tiempo, asumió como un desafío a diario restaurar y conservar libros.
Todo empezó en el barrio Kennedy
Nancy es hija de Próspera Báez (87), una de las integrantes del grupo que creó la primera biblioteca popular en el barrio Keneddy. Esa iniciativa fue la inspiración para la protagonista de esta historia.
“De chiquita amaba leer y lo primero que agarré fue una colección de literatura universal”, recordó con nostalgia Nancy, cuando dialogó con canal12misiones.com.
La bibliotecaria es todo terreno cuando se trata de trabajar, más aún en el rubro que eligió. Actualmente, se desempeña en la Biblioteca Pública de las Misiones y en la Universidad Católica de las Misiones (UCAMI). En cada espacio trascurren sus horas entre bibliografías y encuadernaciones.
Sus palabras dejan en evidencia de que el universo de la bibliotecología no solo se basa en saber de libros o trabajar en una biblioteca. Es mucho más que eso y desde joven, Nancy lo tuvo claro.
Comenzó a estudiar después del nacimiento de su cuarto hijo. En ese entonces, ella tenía alrededor de 30 años. En menos tiempo del que esperaba se graduó en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), como bibliotecaria. Después, egresó como licenciada en archivología de una universidad privada.
La clínica de libros
Como todo en la vida, lo valioso debe ser preservado. La bibliotecaria entendió que los libros debían ser consumidos, cuidados y para eso era fundamental dedicarse a la restauración y enseñar a otros a hacerlo.
Con iniciativa, la restauración puede ser una gran salida laboral. Esto lo vio Nancy y creó su clínica de libros, en uno de los rincones de su casa ubicada en la zona oeste de la capital provincial.
Sobre el aspecto técnico, la doctora de libros explicó que pueden ser intervenidos con fines de reparación o para prevención. “Hay casos donde se busca evitar que avance el deterioro, por eso se enseñan tips preventivos a sus dueños”, detalló.
Biblias, al tope de las demandas
No todos quieren desprenderse de su biblia, a pesar de lo añejo que resulte. Ese valor afectivo lleva a muchos a encontrar la forma de preservarlos. Por eso acuden a profesionales como Nancy, quien admite que “es muy difícil trabajar con biblias por las características de sus hojas, que son muy finas, pero se puede estabilizarla”.
Estabilizar se refiere a que no es necesario manipular mucho el libro pese a su necesidad de reparación. Con algunos cuidados y después de priorizar lo extremadamente dañado, se puede frenar la degradación y darle mayor durabilidad al ejemplar.
Otro de los libros que, generalmente, reciben son los denominado de “uso”. Se tratan de los que forman parte de la bibliografía de las universidades y establecimientos educativos de los distintos niveles.
Además, forman parte de los pedidos obras de bibliotecas históricas, como las logias. “Son libros de alrededor de 1.800 y en esos casos se apela a la estabilización, más que a reparar”, precisó
Creatividad infinita
En su labor diaria, Nancy Cañete busca innovar y crear. Hace poco, comenzó a fabricar cajas para conservar libros. Están acondicionadas con envoltura de papel libre de ácido. Esto significa que invertir en la clínica, es ahorrar a futuro.
También, la niña soñadora del barrio Kennedy cumplió uno de sus anhelos. Actualmente, elabora mini libros o de miniatura. Por el tamaño que poseen son difíciles de agarrarlos con la mano. Son ideales para hacer un regalo ingenioso.
