
En Misiones, la casa construida hace más de 100 años por los abuelos de Daniel Pacielo Björklund recobró vida gracias a un minucioso trabajo de restauración. La edificación es referente del turismo rural a través del emprendimiento Nuestra Chacra de Guaraní. Es, además, ejemplo de arquitectura vernácula sueca, ya que mantiene su esencia original y constituye un testimonio de la cultura y memoria de los inmigrantes nórdicos en la región.

En una entrevista con Canal 12, Björklund contó que la restauración inició con un análisis estructural que determinó el estado de los materiales. La casa, edificada con maderas duras como guayubirá e incienso, fue reforzada en su base con piedras y un cerramiento en la planta baja. Además, se reemplazaron las tiranterías, el piso de madera y las aberturas, para preservar el diseño original.

“Todo está hecho pensando en devolverle la originalidad de la época en que mis abuelos vivieron aquí”, explicó el entrevistado. Aunque se realizaron cambios para adaptar la vivienda a las necesidades actuales, como la reducción de una de las alas y la conversión de habitaciones, la estructura principal y las caídas de los techos permanecen intactas.

El proyecto de restauración en la histórica casa priorizó mantener el legado cultural de la familia. Desde la comida hasta las festividades, la casa es un símbolo de la herencia nórdica en Misiones. “Queríamos que el valor histórico y cultural perdurara en el tiempo”, puntualizó Björklund.
Realizaron una histórica restauración en Nuestra Chacra de Guaraní
La nostalgia también acompañó el proceso. El entrevistado recordó momentos vividos con sus abuelos, como las tardes compartidas tomando mate en los rincones ahora restaurados. De esta manera, la obra permitió preservar un hogar y revitalizar los recuerdos familiares.

La arquitectura sueca, con su estilo sencillo y funcional, fue respetada en cada detalle. Las ventanas, puertas y el interior conservan el diseño original. “Llegamos al punto más idéntico posible a la casa original”, expresó orgulloso.

Hoy, la casa restaurada es un motivo de orgullo para los miembros de la familia Björklund, quienes disfrutan cada amanecer y atardecer desde su hogar. La restauración recuperó un espacio físico y un invaluable legado cultural y familiar en Guaraní.