Ocurrió un día como hoy, pero de 1965. Una inesperada nevada cayó sobre la ciudad en un día recordado como muy frío. En algunas zonas el suelo quedó cubierto por 20 centímetros de nieve, para asombro y diversión de niños y grandes.

El 20 de agosto de 1965, los habitantes de Oberá vivieron un día inolvidable que quedó grabado en la memoria para siempre. Es que una inesperada nevada cubrió la ciudad y sorprendió a todos con un paisaje inédito en la región.
Ese día, según recuerdan, el amanecer fue muy frío y el cielo era color gris oscuro. A las 10:30 de la mañana, la nieve comenzó a caer y cubrió todo a su paso. Los obereños que vivieron ese día lo recuerdan como la tradicional postal de su tierra roja que, por una jornada, se asemejó a los paisajes del Sur.

Angelica Perié, vecina de la ciudad y quien vivía en el barrio de la Escuela Provincial N°185, contó a canal12misiones.com cómo vivieron ese sorpresivo día. “Fue un día novedoso. Nunca habíamos visto nieve y en esa jornada todo el pueblo estaba cubierto. Los árboles se vistieron de blanco y el patio quedó alfombrado de un color irreal. Sin embargo, no nos dejaron salir afuera. Yo era la mayor de tres hermanos y solo miramos a través de la ventana. Aparte de la novedad, no sabíamos que se podían hacer muñecos”, relató.

En absoluto, también fue una experiencia sin igual: “No sé como explicar, fue algo muy lindo en un pueblo pequeño. Nadie se podía imaginar que hubiera caído nieve en Oberá. A esta altura de mi vida, podría decir que sentí una sensación rara porque si bien no nos dejaron salir, yo sabía que estaba viendo algo histórico”.

Por su parte, Alfredo Bangel, vecino de la ciudad y que hoy cuenta con 80 años, recuerda ese día, pero por no haber estado en la ciudad. Bangel cumplía el servicio militar en esa época y no se encontraba en la provincia. Aun así, recuerda cómo le contaban que había nevado. Años más tarde, Alfredo, conocería la nieve pero en la provincia de Mendoza.

A su vez, Mirta Beyer también compartió cómo vivió esa imborrable jornada. “En esa época iba a primer año del colegio nacional. Ese día hacía muchísimo frío. En ese tiempo teníamos una vista muy linda desde la casa de mi mamá. En aquellas épocas, la ciudad no estaba tan edificada como ahora. Fue una cosa maravillosa, nosotras salimos un rato con nuestras amigas a jugar. Habíamos salido con paraguas y no podíamos creer que la lluvia era tan espesa y resultó ser nieve”, contó.

La nevada duró unas ocho horas y dejó 20 centímetros de nieve, que se diluyó luego de una hartera llovizna que cayó al despuntar la noche. Aunque pasaron nada más ni nada menos que 59 años, la nevada de 1965 es recordada por los obereños como un evento histórico que quedó grabado en la memoria de sus vecinos.