Una ventana tapiada con ladrillos huecos en la Casa Rosada llamó la atención esta semana. La imagen se viralizó en redes sociales cuando un video y varias fotografías comenzaron a circular, generando sorpresa entre quienes transitan por la calle Hipólito Yrigoyen.
El hecho despertó curiosidad, especialmente porque los custodios habituales del edificio dijeron no conocer los motivos. A partir de allí, surgieron especulaciones desde sectores críticos al Gobierno, donde algunos sugirieron que se trataba de una maniobra para ocultar, como dice una canción de Joan Manuel Serrat, “oscuras intenciones”. Sin embargo, la realidad resultó ser mucho más simple y el misterio quedó resuelto.
La estructura apareció en una ventana del primer piso y quedó a la vista cuando una ráfaga de viento abrió de golpe los postigones que, habitualmente, permanecen cerrados. En realidad, en ese sector existe una falsa ventana que oculta una pared contigua a la medianera exterior. Los ladrillos, lejos de ser una construcción reciente, llevan tiempo allí, pero antes no podían verse desde la calle.
Qué pasó con la ventana tapiada en Casa Rosada
Detrás de esa pared se encuentra el Patio del Aljibe, uno de los espacios interiores de la Casa Rosada. Según la página oficial de la sede de Gobierno, “en planos del siglo XIX aparecía ya este sitio”, que permaneció “cerrado, techado y subdividido en pequeñas oficinas durante mucho tiempo” hasta su restauración en 2017.
El sector de la Casa Rosada que da a la calle Hipólito Yrigoyen también alberga varias aberturas pertenecientes a la Jefatura de Gabinete. En ese mismo lugar, con vista a la Plaza Colón, se encuentra el despacho del vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José “Cochi” Rolandi. Ante la aparición de la ventana tapiada, surgieron versiones que indicaban que se habían iniciado obras por su inminente traslado a oficinas anexas, ubicadas en la esquina de Diagonal Sur y avenida Belgrano. Sin embargo, no hubo confirmaciones oficiales al respecto.

Desde la llegada del nuevo Gobierno a Balcarce 50, se realizaron algunas modificaciones en distintos sectores del edificio. Uno de los cambios más significativos ocurrió en el antiguo “Salón de las Mujeres”, que pasó a llamarse “Salón de los Próceres Argentinos” por decisión de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. En ese espacio se instalaron gran parte de los equipos de Comunicación Digital y se esmerilaron los vidrios de las puertas para impedir la visión desde los pasillos.
A pesar de estas intervenciones, el histórico edificio presenta problemas de mantenimiento. En distintos sectores se observan daños en la mampostería, desprendimientos de revoque y filtraciones de humedad. No obstante, actualmente no hay un plan de reformas o reparaciones en marcha.
Antiguas reformas y refacciones
En 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, el entonces secretario de la Presidencia, Fernando de Andreis, anunció un “Master Plan” de obras para la Casa Rosada. Ese proyecto, que buscaba restaurar y modernizar el edificio, concluyó durante la gestión de Alberto Fernández. Sin embargo, en 2018, el senador peronista Oscar Parrilli presentó una denuncia porque habían retirado una escalera de mármol de Carrara para colocar un ascensor en su lugar.
El Patio del Aljibe, sobre el que se ubica la enigmática ventana, es uno de los dos patios internos de la Casa Rosada que dan hacia la calle Hipólito Yrigoyen. En la planta baja se encuentra el Patio Malvinas, donde hay una fuente y un mural que representa a las islas que Gran Bretaña usurpó en 1833.
El sitio oficial de la Casa Rosada señala que el Patio del Aljibe “estuvo cerrado, techado y subdividido en pequeñas oficinas durante mucho tiempo”. Luego de años sin funcionar como un espacio abierto, el área recuperó su condición de patio y fue puesta en valor como parte del patrimonio histórico. En ese sector se colocó un brocal de mármol de Carrara macizo con alzada de hierro, que data de mediados del siglo XIX y proviene de la antigua estancia de la familia de Mariano Moreno. Además, cuenta con un banco de hierro fundido con ornamentación naturalista y el Escudo Nacional policromado en su centro, fabricado en 1903.
El episodio de la ventana tapiada despertó teorías de todo tipo, pero finalmente se trató de una estructura que siempre estuvo allí. Una ráfaga de viento permitió que quedara al descubierto, generando un revuelo que rápidamente encontró una explicación.