Aunque veníamos de una tendencia ‘curvy’, los cánones de belleza comienzan a situarse en el otro lado de la balanza. La extrema delgadez empieza a imponerse en el mundo estilístico de la mano del ‘movimiento Y2K’
Pantalones de tiro bajo que dejan ver el comienzo de las caderas, ombligos más al aire que nunca, tops cortos, minifaldas, muchos accesorios de colores llamativos y delgadez extrema… El estilismo de los 2000 ha vuelto. Como siempre se ha dicho, la moda es cíclica y nos encontramos ante un ejemplo más que claro de esta máxima con el nuevo movimiento Y2K –Year 2000–, que hace referencia a la estética predominante de finales de los años 90 y principios de los 2000.
Aunque veníamos de una tendencia curvy, los cánones de belleza comienzan a situarse en el otro lado de la balanza. Y para muestra de este cambio en la moda, quién mejor para fijarnos que en Kim Kardashian, que ha pasado de mostrar muchas curvas a estar muy delgada.
Más allá de las opiniones de los estilistas, el problema de la moda de los 2000 es que trae consigo serios problemas para la salud, especialmente para las mujeres, que son siempre las que más sufren la presión social por su aspecto.
El canon estético de aquellos años era el de cuerpos extremamente delgados en continua exposición y la llamada talla 0 (prendas muy pequeñas en las que apenas entraban las modelos más esqueléticas). No debemos olvidar que entonces llegó a llevarse la heroin chic, una corriente estética consistente en parecer consumido por las drogas.
Aumentan los TCA por la moda de los 2000
El principal problema para la salud que ya está ocasionando el movimiento Y2K son los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), que no son exclusivos de la época de los 2000, pero que ya produjeron entonces que muchas mujeres cayesen en ellos por estos cánones de belleza que han vuelto a nuestros días.
En los centros especializados de nuestro país ya están viendo cómo afloran este tipo de trastornos como consecuencia de la nueva tendencia. “Sí que estamos viendo un aumento de casos, que nosotros vinculamos a la moda porque los pacientes nos cuentan que no han podido vestirse de determinada manera y observamos el impacto que tiene en el estado anímico del paciente”, apunta Almudena Castells de Castro, psicóloga especialista en TCA del Centro Adalmed, a El Confidencial.
Para la experta, la señal más clara de que los TCA están aumentando por la vuelta de los cánones de los 2000 es “el importante aumento” de la lista de espera de los centros especializados como el suyo. “Consideramos que el cambio en la moda es uno de los factores responsables, junto con el incremento en el uso de redes sociales”, apostilla.
Este cambio de moda aumenta la incidencia de todos los TCA, según explica Castells, pero “sobre todo los restrictivos y con conductas compensatorias como vómitos, purgas y ejercicio físico excesivo”.
La presión social del ‘Y2K’ y los TCA
Cuanta más atención le damos al físico, más insatisfacción corporal, más presión social existe en la población general “y por tanto mayor es la necesidad de modificarlo, fomentando conductas sintomáticas con el objetivo de alcanzar esos estándares de belleza”, que en el caso de Y2K son insanos. “Personas con baja autoestima pueden llegar a desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria en el momento en el que las conductas se convierten en vías de escepe”, sostiene la psicóloga.
La especialista hace hincapié en que “sin duda” el factor principal que provoca el desarrollo de un TCA es la presión social. “Por lo que a mayor presión social sobre el físico, más aumenta el número de personas que muestran una insatisfacción corporal, favoreciendo conductas sintomatológicas que pueden favorecer el desarrollo de un TCA”, indica.
Perfil: baja autoestima y adolescentes
Al preguntarle a la especialista por el perfil más susceptible de acabar desarrollando un TCA por el movimiento Y2K señala a “las personas con una baja autoestima, en las que las conductas para alcanzar este ideal de belleza se convierten en una herramienta para ganar seguridad y lidiar con el malestar y la ansiedad, siendo una vía de escape para la persona”.
Y añade que los adolescentes son también una población más vulnerable para padecer un TCA debido a los cambios corporales que existen en esta fase y a la importancia de la moda en este momento vital.
Fuente: Alimente El Confidencial
