Hace unos días fue noticia que una mujer llamada Marie Marshall, una ciudadana australiana de 66 años, perdió más de 8500 dólares tras responder una llamada de estafadores que se hicieron pasar por empleados de su banco. Mediante una combinación de técnicas avanzadas de ingeniería social, conocido como “vishing”, lograron convencerla de instalar una aplicación maliciosa. Algo que les permitió acceder a su cuenta y vaciarla en minutos sin dejar rastro.
El dicho “vishing” se basa en la suplantación del número telefónico del banco, el uso de datos personales de la víctima y una estrategia de presión psicológica para generar urgencia. Justamente, lo estafadores le dijeron a Marie que su dinero corría peligro y que debía transferirlo a una “cuenta segura”. Una vez alertada, la víctima intentó recuperar su dinero, pero no tuvo éxito.

¿Cómo operan los estafadores?
Los ataques de ingeniería social utilizan manipulación psicológica y datos reales para engañar a las víctimas. Al respecto, Aryhatne Bahr, abogada especialista en Derecho Digital, explicó a Canal 12 que la “la realidad es que todo el tiempo están aumentando las estafas telefónicas. Hay que hacer hincapié en que hay que desconfiar siempre de la urgencia” . Ya que “los estafadores siempre tratan de meterte presión para que decidas algo rápido, sin pensar, sin analizar. Entonces, si alguien te dice que vos tenés que hacer algo urgente o que tenés que hacerlo ya, es una banderita roja, es como para que vos frenes y digas, che, pará. Si me están pidiendo tan urgente es porque hay algo raro, hay algo detrás”.
Entre las estrategias utilizadas por los delincuentes se encuentran la falsificación del número de contacto del banco, el acceso previo a datos financieros para hacer creíble la estafa y el uso de aplicaciones fraudulentas para obtener el control de los dispositivos de las víctimas. Según la experta, la mejor opción es cortar la llamada y comunicarse directamente con la entidad bancaria para verificar la información.
Ante el “vishing” la clave está en la prevención y la información
Bahr remarcó que “ningún banco te va a pedir datos sensibles por teléfono o por mensaje, nunca te van a pedir tu clave, tu token, tu número completo de la tarjeta, o tampoco te van a mandar códigos para que te lleguen a tu celular, a tu WhatsApp, al correo. Llamar por teléfono y hablar directamente con ellos”. Además, señaló que una de las principales herramientas contra estas estafas es la difusión de información y la prevención, especialmente en los sectores más vulnerables de la población.

Puntualmente, indicó que “la sociedad no hace mucho hincapié y que es importante es en el acompañamiento y la prevención hacia los adultos mayores. Es decir, más allá de todos los consejos que nosotros siempre damos, que son bastante genéricos y que se suelen aplicar a la mayoría de los casos de phishing o sus variantes, hay algo esencial que muchas veces nosotros no decimos que es la importancia de acompañar y ayudar a los adultos mayores. En especial, para comprender los riesgos de estas estafas que son reales y que pasan todo el tiempo”.
El riesgo para los adultos mayores
Según la abogada, muchas veces se asume que todas las personas tienen el mismo acceso a la información sobre ciberseguridad. Sin embargo, aclaró que los jóvenes “estamos más conectados en la tecnología y la información y damos por sentado que todos saben qué hacer ante una llamada que es sospechosa, ante un mensaje que es raro. No obstante, nuestro familiar es más grande, nuestros abuelos, nuestros tíos, capaz, inclusive nuestros papás, no tienen acceso a esa información o no están acostumbrados a informarse de la manera que nos informamos nosotros. Tampoco tienen el reflejo inmediato de desconfiar”.

Además, la especialista señaló que tal vez en el pasado, las llamadas telefónicas desde un banco eran confiables, lo que genera confusión en las generaciones mayores. Por esta razón, enfatizó en la necesidad de que familiares, vecinos y amigos hablen sobre estos riesgos con los adultos mayores y los orienten para evitar que sean víctimas de estos delitos.
Consejos para evitar caer en fraudes telefónicos
Además, la letrada reiteró que hay que cortar cualquier comunicación sospechosa y verificar la información antes de actuar, y del mismo modo recomendó que hay que:
- Cortar la comunicación inmediata si se recibe una llamada sospechosa.
- Verificar directamente con el banco (llamando al número oficial) antes de actuar.
- Nunca compartir datos personales, contraseñas o códigos de seguridad, como tokens.
- No realizar transferencias bajo presión o urgencia.
- Consultar con alguien de confianza antes de tomar decisiones financieras.
- Desconfiar de solicitudes inusuales, ya que los bancos no piden descargar apps ni dan instrucciones por teléfono.
- Evitar enlaces desconocidos en mensajes, WhatsApp o correos electrónicos.
- No interactuar con contactos no solicitados, aunque parezcan legítimos.
- Considerar que las estafas también llegan por SMS, email o redes sociales.