El ministro de Asuntos Digitales de Taiwán, Huang Yen-nun, informó durante el Día de la Industria de Seguridad de la Información, que la isla recibe unos 15.000 ciberataques por segundo. Este volumen supera cuatro veces el promedio mundial. Para hacer frente a esta amenaza, el Gobierno encargó a la Oficina Nacional de Ciberseguridad la creación de un Centro de Respuesta Nacional.
El objetivo del centro es proteger tanto a entidades públicas como privadas de los ciberataques masivos. La estrategia busca optimizar los recursos de inteligencia para garantizar la seguridad de infraestructuras críticas y operaciones gubernamentales, mientras se refuerza la confianza de los socios internacionales como Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Alemania y Francia.

Ciberespionaje en un contexto de tensión geopolítica
La seguridad digital de Taiwán enfrenta amenazas que van más allá de los ataques tecnológicos. La tensión con China continental es un factor constante. Aunque las relaciones comerciales continúan, las disputas políticas y territoriales alimentan sospechas sobre el origen de algunos de estos ciberataques.
Un informe del Ministerio de Asuntos Digitales identificó al grupo ruso NoName057 como responsable de ataques de denegación de servicio (DDoS) dirigidos a agencias gubernamentales, empresas financieras y el aeropuerto Songshan de Taipéi. Otros ataques podrían estar motivados por intereses económicos o políticos.
En el contexto global, Taiwán no es el único blanco de ciberataques masivos. Rusia y Estados Unidos han protagonizado episodios recientes de ciberespionaje, mientras grupos como Bitter, originado en India, han centrado sus ataques en China. Estas dinámicas evidencian cómo el ciberespionaje se integra en disputas geopolíticas.
Para Taiwán, fortalecer la ciberseguridad es crucial no solo para proteger su soberanía digital, sino también para preservar sus relaciones comerciales y estratégicas en un mundo interconectado.