Esta es la historia de Sofía y Damián, dos porteños que se conocieron durante el aislamiento, charlando por redes sociales. Apenas pudieron, organizaron su encuentro y el amor se afianzó. Se hicieron virales en los últimos días ya que decidieron dar el “sí, quiero” con un casamiento subacuático.
Damián Buonamico tiene 39 años y es ingeniero en sistemas. Sofía Calello, 28, y está haciendo las últimas materias de la misma carrera. Se conocieron durante el encierro. Cuando la pandemia aflojó pudieron conocerse y salir a recorrer la ciudad de Buenos Aires.
“Yo le propuse casamiento en un viaje que hicimos a Cataratas, ya rodeados por el agua”, asegura Damián. Sofía agrega: “Pero era un casamiento convencional, porque a él no le gustaba nada el agua, ni siquiera sabía nadar. Fue después que se nos ocurrió lo otro y terminamos casándonos debajo del agua”.
Sofía ama el agua, pero Damián le temía: “Ella, con mucha paciencia, me empezó a enseñar a nadar, y yo poco a poco fui perdiéndole miedo al agua”, recuerda Damián. “Pensé: Si lo hago nadar, me caso. Y me terminé casando”, suma Sofía.
En diciembre de 2021 tuvieron por fin su certificado para poder bucear en aguas abiertas. “Un amigo mìo se casaba en Colombia y nos invitó. Nosotros ya estábamos planenando nuestro casamiento y dijimos: ‘por qué no nos casamos nosotros también allá, pero debajo del agua”’, asegura Damián.
Sofía tuvo su vestido de novia, su ramo y su anillo. Damián la camisa, el moño y el pantalón con tiradores. Ambos: antiparras, tubos con oxígeno y patas de rana. También hubo un arco con tules amarillos y flores y un buzo que hizo las veces de juez sosteniendo un cartel que decía: “Bienvenidos al casamiento subacuático de Sofía y Damián”.
Es el momento en que son declarados “marido y mujer subacuáticos”. Se besan como sólo se puede besar en el fondo del mar: despiendo por la boca y la nariz incontables burbujas que parecen de cristal.
AV
