Fito Páez disfruta las mieles de su consagración con un nuevo repaso de su carrera. En esta oportunidad, presentará un show especial por los aniversarios de Circo Beat y su primer álbum solista Del 63’.
El 2023 fue un año bisagra en la carrera de Fito Páez por la celebración de los 30 años de El Amor Después del Amor. El rosarino, muchas veces cuestionado por la influencia de Charly García en sus composiciones o por sus fuertes posturas políticas, recibió el reconocimiento a su profunda contribución al Rock Nacional.
Hoy, con 61 años, encuentra un lugar en el panteón de los grandes músicos de la historia argentina con hits que se cantan en todas las canchas del país. Sin embargo, no siempre fue así para el flaco de pelo largo que arribó con la Trova Rosarina a Buenos Aires, en busca de una oportunidad en la música.
De hecho, el relanzamiento de su disco El Amor Después del Amor llegó con una serie homónima producida por Netflix, el gigante del streaming. Allí, las nuevas generaciones de melómanos pudieron conectar con la dura vida del compositor, que siempre tomó elementos de su vida personal para hacer canciones.
Circo Beat: entre la nostalgia y la certeza de que Rosario siempre estuvo cerca
Y como si se tratase de un revival de esos tiempos, el éxito fue tal que hoy en día goza de una nueva legitimación. Esta vez, obtuvo una aceptación más definitiva en la que Páez se siente cómodo, apto para volver a conectar con su público aunque 30 años después. Todo pasa, todo vuelve y Circo Beat también cumplió sus tres décadas de existencia.
Trazando un paralelismo, en 1994 Fito Páez logró el crédito suficiente para dar vuelta la página del dolor y disfrutar del éxito. Bajo esa luz, surgió una mirada optimista en la que los recuerdos más optimistas surgieron. “Todas las mañanas que viví, todas las calles donde me escondí”, dicta Mariposas Tecknicolor sobre esta nueva óptica.
Es que su romance con Cecilia Roth continuaba brindando una energía potente para hacer canciones. Así también, surgió la nostalgia de los buenos momentos en los que conoció su amor por el cine en “Si Disney despertase”, o sus vivencias en la escuela como sucede en “Normal 1”. Incluso, con la despedida alegre de “Tema de Piluso” al eterno Alberto Olmedo confirmaba que el dolor dejó de ser la razón para ir al living a tocar el piano.
Fito Páez, a 40 años de su primer disco solista
Y si todo tiene que ver con todo, Del 63’ también es un álbum que alude a tiempos más prístinos, donde todo estaba por hacer. Bajo la sombra de una figura tan influyente como Charly García, parecía un paso lógico que sin embargo, en los medios amarillistas de la época se vivió como una provocación.
No obstante, la genialidad y la frescura de su inventiva no afectó al músico, que sabía respetar los rangos y por sobre todo, a su maestro. Aunque no logró despegarse del sonido que su ídolo desplegaba en esa época, los buenos oyentes supieron detectar en él una potencia particular y genuina.
Uno de ellos, fue nada más y nada menos que Luís Alberto Spinetta, quien confesó en alguna declaración periodística que quisiera haber escrito Tres Agujas. Y, aunque lo mejor todavía estaba por venir, Del 63’ es quizás una de las mejores presentaciones que un artista pudo haber realizado.